Europa prepara un «pasaporte» para las baterías de los EV

Las baterías son, indiscutiblemente, un elemento clave de los coches eléctricos, y una de las principales preocupaciones de sus usuarios, conscientes de que cualquier problema de las mismas puede traducirse en la necesidad de hacer un enorme desembolso económico para solucionarlo. Si hablamos de Tesla, como ya te contamos en el caso del finés que optó por darle un final inédito a su Model S, las baterías del mismo debían ser sustituidas, y el coste del cambio era de nada menos que 20.000 euros.

Esto en lo referido a precios de sustitución, pero también nos encontramos con otros problemas cuando hablamos de las baterías de los coches eléctricos: desde qué materiales se han empleado para su fabricación, hasta si han tenido que ser reparadas en alguna ocasión. El primero tiene una clara lectura medioambiental, aunque también puede incidir en su capacidad de recarga y su ciclo de vida, mientras que lo segundo es un factor clave para quien se pueda plantear adquirir un coche de este tipo en el mercado de segunda mano.

La buena noticia, como podemos leer en News18, es que Alemania ya ha dado un paso en el sentido de ofrecer un mayor control sobre el origen y la vida de las mismas, al aportar financiación a un consorcio multisectorial de empresas relacionadas con las baterías de los coches eléctricos. El objetivo de dicho grupo es crear un identificador único para cada batería, y que el mismo vaya asociado a información sobre su fabricante y proceso de fabricación, materiales empleados, huella de carbono, historial de reparaciones, etcétera.

Son varios los objetivos perseguidos por Alemania con esta iniciativa, que posiblemente veamos trascender a todo el ámbito europeo en un futuro. Por una parte, claro, se integra en los planes tanto del propio país como de la Unión Europea por intentar reducir la incidencia del consumo energético en el medio ambiente. Así, podemos entender que las baterías con un origen menos contaminante contarán con una mejor valoración que aquellas que tengan valores más negativos a este respecto.

Por otra parte, esta información también puede resultar muy valiosa, como comentaba anteriormente, para las personas que se planteen la compra de un vehículo eléctrico de segunda mano, y que deseen obtener información fiable sobre el estado de las baterías del mismo. Y es que sí, por ejemplo, comprobamos que unas baterías ya se han visto sometidas a múltiples reparaciones, podemos imaginar que su ciclo de vida se encuentra ya cercano a su fase final.

Y hay un tercer punto, y es que este tipo de información, asociada de manera única a cada unidad, puede facilitar sobremanera el reciclaje de las baterías. Y es que esto no solo afecta al medio ambiente, también proporciona recursos como el litio y el níquel, esenciales para la fabricación de baterías, reduciendo así el nivel de dependencia de los países proveedores de dichos materiales.