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Análisis

ASUS ROG Ally, análisis: la más potente de su clase

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ASUS ROG Ally

La ASUS ROG Ally fue toda una sorpresa por parte del gigante taiwanés. A nivel técnico esta consola portátil ha sido una demostración de fuerza bruta, ya que es la más potente de su clase, pero también ha sido un ejemplo a seguir tanto en materia de diseño como de calidad de construcción, dos claves que, como sabrán muchos de nuestros lectores, siempre han sido formado parte de el espíritu de la marca ROG.

Esa fue mi primera impresión tras la presentación de la ASUS ROG Ally. Lamentablemente no pude probarla en su momento porque coincidió con mis vacaciones, pero le tenía muchas ganas y obviamente no quería perdérmela por nada del mundo, y gracias a ASUS España he tenido la oportunidad de hacerme con una unidad que he podido probar a fondo durante varios días, y hoy estoy listo para contaros mis impresiones.

ASUS ROG Ally

Os puedo adelantar que la ASUS ROG Ally no ha cumplido mis expectativas a nivel de rendimiento, sino que las ha superado. Es la consola más potente de su categoría, y la verdad es que es simplemente impresionante lo que ha sido capaz de conseguir ASUS con la integración de la APU AMD Ryzen Z1 Extreme, una solución que analizaremos a fondo a nivel técnico en este artículo.

No quiero entretenerme más, porque seguro que estáis deseando descubrir todo lo que puede ofrecer la ASUS ROG Ally. Os recuerdo, antes de empezar, que a lo largo del artículo os dejaré, además, una serie de aclaraciones que os ayudarán a resolver cualquier duda que tengáis sobre esta consola, y que os será de gran utilidad, sobre todo para los que estáis pensando en comprarla y todavía no habéis dado el paso.

ASUS ROG Ally: análisis externo

ASUS ROG Ally

La ASUS ROG Ally adopta una línea con toques clásicos que encaja con el formato de consola portátil tradicional, algo que se aprecia claramente en esa propuesta rectangular que nos lanza la compañía taiwanesa, aunque al mismo tiempo tiene matices y que le dan personalidad propia. En este sentido destaca claramente el espíritu ROG que impregna todos los aspectos de la consola, y que se deja notar en detalles como la iluminación LED RGB de los sticks analógicos y los detalles holográficos.

ASUS ROG Ally

El chasis de la consola está fabricado en policarbonato reforzado, un material ligero y resistente. En mi primer contacto con la consola las sensaciones que me transmitió fueron muy buenas, no noté ningún tipo de debilidad estructural y pude concluir que ASUS había hecho un excelente trabajo en este sentido. Esto es muy importante, de hecho es una de las primeras cosas que debemos hacer a la hora de tocar un producto de este tipo, tocarlo y dejarnos llevar por las sensaciones que nos transmite.

ASUS ROG Ally

Hacer un primer contacto de este tipo nos ayudará a descubrir la calidad de construcción real de un producto, y nos permitirá identificar posibles carencias o puntos estructurales que puedan presentar deficiencias y fragilidad. En el caso de la ASUS ROG Ally la solidez es total, hasta tal punto que podemos sujetarla de cualquier manera con absoluta confianza.

ASUS ROG Ally

En la parte frontal tenemos una pantalla táctil de 7 pulgadas sobre la que profundizaremos más adelante. Esta está flanqueada por dos altavoces estéreo y por el sistema principal de control, que está formado por dos sticks analógicos con iluminación LED RGB personalizable, cuatro botones que siguen la disposición del mando de Xbox, una cruceta y botones dedicados de menú, selección, acceso a Armoury Crate y al centro de comando.

ASUS ROG Ally

Si miramos en la parte superior nos encontramos con los botones de control de volumen, y también con el de apagado y encendido de la consola, que podemos utilizar para ponerla directamente en reposo. Este botón cuenta también con un lector de huellas dactilares que funciona de maravilla, y que añade una capa de seguridad biométrica muy valiosa. En esa misma zona tenemos el conector USB 3.2 Type-C, que podemos utilizar para cargar la consola, un jack de 3,5 mm para sonido y un conector ROG XG que podremos utilizar para conectar una tarjeta gráfica externa.

También en la parte superior tenemos dos botones y dos gatillos, uno derecho y otro izquierdo. Los gatillos tienen un recorrido bastante bueno para tratarse de una consola portátil, y presentan una superficie texturizada que mejora considerablemente el feedback que tenemos al utilizarlos. Las aperturas que vemos en esta zona son clave para la correcta refrigeración de la consola.

ASUS ROG Ally

En la parte trasera vemos las aperturas para facilitar el flujo de aire del sistema de refrigeración, así como dos botones macro que se han colocado en posición central justo en cada uno de los laterales. También podemos ver una línea con un acabado holográfico, el logo ASUS ROG creado con las propias aperturas del sistema de refrigeración, y se aprecia mejor el cuidado que ha puesto ASUS en la ergonomía de esta consola, justo en la zona de agarre en cada extremo, que presenta además una superficie rugosa.

ASUS ROG Ally

ASUS ha resuelto muy bien el tema de la ergonomía en la ROG Ally, tanto que incluso una persona con las manos pequeñas, como mi pareja, se ha sentido realmente cómoda al utilizarla. La superficie de agarre se ha ejecutado a la perfección, el contraste que genera la superficie rugosa de los extremos nos permite identificar la zona óptima para sujetar la consola, y el acceso a los botones es intuitivo y muy cómodo, tanto que no tendremos que superar ningún periodo de adaptación.

Si te preocupa la vida útil de los botones y de los sticks analógicos puedes estar tranquilo, la ASUS ROG Ally ha superado numerosas pruebas de durabilidad que son toda una garantía en este sentido. La cruceta de dirección y los botones A, B, X e Y fueron sometidos a pruebas de desgaste de 10 millones de pulsaciones continuadas, y los sticks a 2 millones de rotaciones, y las superaron sin problema.

Especificaciones de la ASUS ROG Ally que hemos probado

ASUS ROG Ally

Pantalla, chasis y sistema de refrigeración

  • Chasis fabricado en policarbonato.
  • Pantalla de 7 pulgadas con interfaz táctil, resolución de 1.920 x 1.080 píxeles, tasa de refresco de 120 Hz, tiempo de respuesta de 7 ms, brillo máximo de 500 nits, contraste 1.000:1 y formato 16:9.
  • El panel IPS reproduce el 100% del espacio de color sRGB, y es compatible con AMD FreeSync Premium.
  • Pantalla protegida con Gorilla Glass Victus 5 y recubrimiento Gorilla Glass DXC para mejorar la visibilidad en exteriores.
  • Sistema de refrigeración de tipo cámara de vapor con tecnología «gravedad cero», que permite mantener por completo un nivel óptimo en la capacidad de enfriamiento de la cámara de vapor aunque movamos o giremos la consola.
  • El radiador utiliza aletas de 0,1 mm para maximizar la densidad sin ocupar mucho espacio, y tiene dos ventiladores colocados detrás de un filtro antipolvo.

Procesador, GPU, RAM y almacenamiento

  • APU AMD Ryzen Z1 Extreme fabricada en el nodo de 4 nm de TSMC. TDP configurable de 9 a 30 vatios.
  • CPU de ocho núcleos y dieciséis hilos a una velocidad de 3,3 GHz-5,1 GHz, modo normal y turbo y 16 MB de caché L3.
  • GPU Radeon 780M basada en la arquitectura RDNA3 configurada con 768 shaders a un máximo de 2,7 GHz, 48 unidades de texturizado, 32 unidades de rasterizado, 12 unidades para acelerar trazado de rayos y soporte total de DirectX 12 Ultimate. Su potencia es de 8,6 TFLOPs en FP32 porque sus shaders son de doble emisión.
  • Chip Microsoft Pluton para reforzar la seguridad.
  • 16 GB de memoria LPDDR5 a 6.400 MHz configurada en doble canal, lo permite a la GPU acceder a esta a través de un bus de 128 bits. Esto es clave, porque dobla el ancho de banda frente a una configuración de canal único.
  • Unidad de almacenamiento SSD PCIe Gen4 x4 de 512 GB en formato M.2 2230.

Conectividad inalámbrica, puertos, sistema operativo y otros

  • Tarjeta de red con conectividad Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.2.
  • Conector jack de 3,5 mm para entrada y salida de audio.
  • Conector USB 3.2 Gen2 Type-C compatible con carga y DisplayPort 1.4.
  • Puerto ROG XG Mobile para tarjetas gráficas externas.
  • Lector de tarjetas microSD.
  • Windows 11 como sistema operativo.
  • Dos altavoces estéreo con sonido Dolby Atmos, amplificador inteligente y certificación Hi-Res.
  • Matriz de micrófonos con cancelación de ruido apoyada por IA.
  • Sistema de control formado por dos sticks analógicos con iluminación LED RGB personalizable, cruceta de dirección, cuatro botones distribuidos como A, B, X e Y, dos botones superiores y dos gatillos, dos botones macro personalizables, botones dedicados para el centro de comando y el Armoury Crate, botones dedicados para menú y selección, respuesta háptica (vibración) y giroscopio de seis ejes.
  • Batería de 40 Wh con recarga de 65 vatios.
  • Software Armoury Crate personalizado para mejorar y simplificar la experiencia de uso.
  • Medidas y peso: 28 x 11,1 x 2,12-3,124 cm, 608 gramos.
  • Precio: 799 euros el modelo analizado.

ASUS ROG Ally: análisis técnico

La ASUS ROG Ally parte de un diseño y una estética marcadamente gaming que, como os he dicho al principio del análisis, mantiene la esencia y ese toque de distinción que siempre ha caracterizado a la serie ROG de ASUS. No obstante, lo importante va por dentro, y a nivel técnico estamos ante la consola portátil más avanzada y potente que existe.

ASUS ha puesto un cuidado especial en la selección de componentes, y ha logrado dar forma a un sistema de gama alta donde no encontramos nada que desentone. Su APU es una Ryzen Z1 Extreme (hay una versión con el modelo Z1), un chip que utiliza un diseño monolítico a nivel de CPU y que cuenta con 8 núcleos y 16 hilos basados en la arquitectura Zen 4 fabricados en el nodo de 4 nm de TSMC. Tiene 16 MB de caché L3, y puede alcanzar una frecuencia de hasta 5,1 GHz en modo turbo, aunque este pico máximo se reducirá en función del calor, de la carga de trabajo y del uso de la GPU.

Su GPU es una Radeon 780M que comparte encapsulado con la CPU, y también comparte con esta el TDP y los valores térmicos. Esto es importante, porque significa que cuando ejecutamos un juego el procesador y el núcleo gráfico compartirán los valores establecidos de consumo y el límite que establece el TDP.

El núcleo gráfico utiliza la arquitectura RDNA3, tiene 768 shaders capaces de alcanzar una velocidad máxima de 2,7 GHz, aunque en la práctica el valor real queda bastante por debajo de esa cifra. Cuenta con 48 unidades de texturizado, 32 unidades de rasterizado, 12 unidades para acelerar trazado de rayos y soporta DirectX 12 Ultimate. Al ser una solución RDNA3 sus shaders pueden trabajar con dos instrucciones Wave32, lo que dobla su pico máximo de potencia teórica en FP32, y nos deja un valor total de 8,6 TFLOPs.

He podido constatar en mis pruebas con juegos que, en la mayoría de los casos, con el modo turbo activado (25 vatios) el procesador suele moverse entre los 2,8 GHz y los 3,2 GHz de frecuencia en la mayoría de los casos, mientras que la GPU oscila entre los 1,8 GHz y 2,1 GHz. Tened en cuenta que hablo de los valores medios más comunes.

La GPU no cuenta con memoria gráfica propia, así que reserva un total de 4 GB de memoria LPDDR5 para tal fin (podemos modificar esta cantidad en la BIOS), lo que significa que para juegos y otras aplicaciones tenemos un total de 12 GB libres, un nivel que es suficiente para que no tengamos ningún problema incluso con los juegos más actuales, que ya tienen consumos de más de 8 GB de memoria RAM. Dicha memoria trabaja a 6.400 MHz y tiene una configuración de doble canal, lo que mejora el ancho de banda y aumenta la velocidad a la que la GPU y la CPU pueden comunicarse con ella.

La unidad de almacenamiento es de tipo PCIe Gen4 x4, y como veremos más adelante destaca sobre todo en su velocidad de lectura secuencial. Esta es, precisamente la más importante cuando hablamos de juegos, llega casi a doblar el nivel de la unidad de almacenamiento del SSD de Xbox Series X, y queda muy cerca de los 5,5 GB/s que alcanza la unidad de PS5, como veremos más adelante.

ASUS ha hecho también un trabajo excelente con la pantalla, ya que esta ofrece una alta calidad de imagen, tiene unos ángulos de visión de 178 grados, presenta una excelente reproducción del color, tiene una tasa de refresco de 120 Hz y es compatible con FreeSync Premium, lo que nos permitirá librarnos del tearing (ruptura de la imagen) y del stuttering (tartamudeo de la imagen, los clásicos microtirones). Al final, todo esto hace que la experiencia que sea totalmente premium, y confirma lo que os he dicho anteriormente, que la ASUS ROG Ally es más que simple potencia.

ASUS ROG Ally: experiencia de uso

Mi primer contacto con ella me dejó muy buen sabor de boca. Es cierto que Windows 11 no es lo ideal para una consola portátil, pero la implementación que ha hecho ASUS basada en atajos que podemos utilizar con los diferentes botones y la posibilidad de añadir y personalizar funciones secundarias hacen que, al final, la experiencia sea muy buena y totalmente fluida en cuanto nos acostumbramos a ella.

Por ejemplo, podemos utilizar el stick derecho para mover el puntero del ratón y hacer clic izquierdo con el botón superior derecho, o clic derecho con el gatillo derecho. También podemos utilizar la interfaz táctil en cualquier momento si nos viene mejor, y tenemos atajos que nos harán la vida más fácil, como por ejemplo pulsar un botón macro trasero y la cruceta hacia arriba para sacar o esconder el teclado táctil. También podemos asignar teclas de función y del pad numérico como secundarias, lo que nos abre un mundo de posibilidades.

Windows 11 vuela sobre el hardware de la ASUS ROG Ally, el rendimiento es perfecto en todo momento y la fluidez es absoluta, algo comprensible teniendo en cuenta la potencia de sus componentes. Con esta consola podemos hacer lo mismo que con un PC equivalente basado en dicho sistema operativo, así que su potencial va más allá del gaming, y esto es algo a tener muy en cuenta, puesto que podemos conectarla fácilmente a periféricos externos muy variados, como monitores, ratones y teclados.

El software personalizado que ha incluido ASUS marca una gran diferencia, y es clave para convertirla en una auténtica consola portátil. Podemos acceder al software Armoury Crate a través del segundo botón dedicado situada en la derecha, y si volvemos a pulsarlo podremos salir de ella de forma directa.

Esta herramienta es una de las mejores y más completas de su clase, ya que nos permite realizar numerosos ajustes, personalizar la configuración de los botones, crear atajos y funciones secundarias por tecla, personalizar la iluminación LED RGB y el modo de visualización del panel, cambiar el modo de rendimiento y muchas cosas más. También podemos acceder a diferentes subsecciones donde veremos el estado del sistema de forma amplia, nuestra biblioteca de juegos las plataformas de juego, entre otras.

También podemos utilizar el segundo botón dedicado de la izquierda para abrir el centro de comando, donde podremos acceder rápidamente a diferentes opciones de configuración importantes, como por ejemplo el modo de rendimiento, el brillo de la pantalla, la tasa de refresco y otras. La ASUS ROG Ally puede trabajar en cuatro modos de rendimiento diferentes:

  • Modo turbo conectada a la corriente, que se traduce en un TDP máximo de 30 vatios y equivale al valor de máximo rendimiento posible. La diferencia con el modo turbo sin conexión a la corriente no es demasiado grande porque al final el TDP máximo es de 30 vatios.
  • Modo turbo no conectada a la corriente, que equivale a un TDP de 25 vatios, aunque he registrado picos de 30 vatios, y ofrece un excelente nivel de rendimiento a costa de una menor autonomía. Funciona de maravilla, y como vamos a ver más adelante es capaz de mover juegos a un nivel realmente bueno.
  • Modo rendimiento, que equivale a un TDP de 15 vatios, aunque puedo confirmar picos de 20 vatios, y ofrece un mayor equilibrio entre potencia y autonomía. Obviamente queda por debajo del anterior, pero es un valor muy interesante ya que sigue siendo capaz de mover juegos exigentes con fluidez.
  • Modo silencioso, que nos deja un TDP de solo 9 vatios y que maximiza la autonomía y reduce la temperatura de trabajo, pero a costa de un menor rendimiento. Solo es viable en juegos que no sean muy exigentes y que tengan un bajo consumo de recursos, incluyendo emuladores, títulos retro y juegos de generaciones anteriores.

Podemos crear también un modo personalizado ajustando fácilmente el nivel de TDP de forma manual, algo que resulta especialmente útil porque nos permite crear un punto intermedio entre el modo silencioso y el modo rendimiento que es, precisamente, una de las franjas más interesantes. Así, por ejemplo, podemos establecer un perfil personalizado con un TDP de 12 o 13 vatios, que aportará una mejora interesante de desempeño frente al modo silencioso pero sin llegar al consumo del modo rendimiento.

El primer juego que probé con la ASUS ROG Ally fue Elden Ring, y el sistema de control superó mis expectativas. La calidad de los sticks analógicos y de los botones es tan buena que me recordaba muchísimo al mando de control de Xbox One, y la respuesta y la precisión en general fue sobresaliente. No tuve que superar ningún tiempo de adaptación, y esto dice mucho del buen trabajo que ha hecho ASUS en este sentido.

La vibración raya a un gran nivel, la ergonomía y la disposición de los botones se han resuelto a la perfección y esto hace que sea cómodo jugar con la ASUS ROG Ally prácticamente en cualquier postura, tanto sentado como tumbado. Incluso la cruceta de dirección, que es lo único que realmente está un poco fuera de lugar por ser un elemento notable en un conjunto sobresaliente, cumple bien su función.

La pantalla brilla con luz propia cuando ejecutamos juegos, la tecnología FreeSync Premium hace un trabajo excelente y la nitidez y calidad de la imagen es perfecta en 1080p y muy buena en 720p. Esto es importante, porque significa que aunque reduzcamos la resolución a 720p para mejorar la fluidez no tendremos que renunciar a una buena calidad de imagen.

El sonido no desentona en absoluto, funciona realmente bien para tratarse de una consola portátil, y redondea un conjunto de primera donde todos los componentes están perfectamente armonizados. Mención especial merece también el sistema de refrigeración, que no resulta excesivamente ruidoso y hace un trabajo estupendo al mantener el calor en la zona trasera de la pantalla, lo que evita que este se pueda extender a la zona del sistema de control, donde nos acabaría molestando.

Con respecto a la autonomía, es importante que tengáis en cuenta que esta puede variar mucho en función de varios factores, como por ejemplo del brillo de la pantalla, del modo de rendimiento utilizado, de la tasa de refresco y de la carga de trabajo real que deba afrontar el sistema.

En líneas generales, podéis esperar alrededor de hora de autonomía en juegos exigentes y actuales como Cyberpunk 2077 utilizando el modo turbo. Con tareas mundanas, como la navegación web y la reproducción de contenidos multimedia, podemos arañar las seis horas de autonomía si reducimos bastante el brillo de la pantalla y desactivamos la iluminación LED RGB.

ASUS ROG Ally

Utilizando el modo rendimiento la experiencia es muy buena incluso en juegos actuales exigentes como Cyberpunk 2077, Resident Evil 4 Remake, Elden Ring y Street Fighter 6, aunque lo ideal si queremos disfrutar de la mejor experiencia posible es activar el modo turbo. Con el modo silencioso la experiencia es bastante pobre salvo en casos muy concretos.

Esto tiene una explicación, y es que dicho modo reduce enormemente las frecuencias de reloj de la CPU y la GPU, lo que hace que muchos juegos ni siquiera funcionen con fluidez configurados con calidades muy bajas y con resolución 720p, como veremos más adelante.

No obstante, el modo silencioso sí que tiene potencia suficiente para mover sin problemas juegos menos exigentes, y también títulos en 2D con un buen acabado técnico, como por ejemplo el fantástico Streets of Rage 4, que se mantiene en 60 FPS estables bajo dicho modo configurado en 1080p y con calidad ultra.

La autonomía es mejorable, eso está claro, pero al final hay que entender que no podemos hacer milagros en un dispositivo de este tipo, y que las limitaciones físicas y técnicas son las que son. Si queremos un peso y un grosor contenido no podemos montar una batería enorme, y para conseguir un buen nivel de rendimiento hay límites que no podemos superar, ya que estaríamos maximizando la autonomía a costa de grandes sacrificios en potencia. Con todo, en líneas generales no queda tan lejos de la Steam Deck en términos de autonomía.

Justo debajo de estas líneas os dejo una galería de imágenes que os permitirá hacer un recorrido por la aplicación Armoury Crate de ASUS. Podéis ampliarlas haciendo clic en ellas.

Rendimiento de la ASUS ROG Ally en aplicaciones sintéticas

Empezamos nuestra ronda de pruebas sintéticas con CPU-Z, un clásico que nos permite medir el rendimiento CPU de la APU Ryzen Z1 Extreme, y compararlo con el de otros procesadores de ocho núcleos y dieciséis hilos.

Rendimiento en CPU Z

ASUS ROG Ally

Como podemos ver en la imagen adjunta, la CPU del Ryzen Z1 Extreme queda muy cerca del Intel Core i9-11900K, todo un logro teniendo en cuenta que el primero funciona con un TDP de hasta 30 vatios y que el segundo tiene un TDP base de 125 vatios, cifra que supera ampliamente cuando entra en juego el modo turbo.

Rendimiento en Cinebench R23

Los buenos resultados de rendimiento CPU se repiten en Cinebench R23, una prueba donde podemos ver que esta posiciona en primer lugar con 1.693 puntos en monohilo, lo que significa que tiene un altísimo IPC, y se sitúa un poco por detrás del Threadripper 1950X con sus 12.458 puntos, algo digno de mención porque este tiene 16 núcleos y 32 hilos, el doble que la CPU del Ryzen Z1 Extreme.

Rendimiento en PassMark

Esta es una prueba que nos permite comparar de una manera sencilla el rendimiento general de un equipo, y como podemos ver la ASUS ROG Ally obtiene una puntuación fantástica, lo que le permite colocarse entre los dispositivos más potentes de la base de datos de dicha plataforma. Sí, esto es también un indicativo claro de que estamos ante la consola más potente de su clase.

Rendimiento en CrystalDisk Mark

Esta prueba mide el rendimiento de la unidad SSD de la ASUS ROG Ally, y como podemos apreciar esta brilla especialmente en velocidad de lectura, que es precisamente el valor más importante cuando hablamos de juegos. Esos 4,3 GB/s superan ampliamente a los 2,4 GB/s de la unidad SSD de Xbox Series X.

Rendimiento de la ASUS ROG Ally en juegos

He querido utilizar una amplia variedad de juegos para mostraros, de una manera más clara, todo lo que puede ofrecer la ASUS ROG Ally. Empezamos con Street Fighter 6, un juego que es bastante exigente, y que tiene que funcionar a una media muy cercana a los 60 FPS para evitar que todo empiece a funcionar a cámara lenta.

Si bajamos de los 55 FPS empieza a ser injugable, así que tenemos que movernos entre los 58 y los 60 FPS para que la experiencia sea totalmente buena. La ASUS ROG Ally logra 44 FPS en calidad alta con resolución 1080p, así que entramos en el modo a cámara lenta y no es jugable. Reducir la calidad gráfica no nos ayuda a llegar al objetivo de 60 FPS, así que tendremos que jugarlo en 720p.

Con dicha resolución y calidad alta la experiencia es totalmente fluida, y no os preocupéis, el juego se sigue viendo muy bien a pesar de la bajada de resolución. El modo rendimiento es totalmente viable en 720p con calidad alta, pero el modo silencioso no, ya que el rendimiento baja a 20 FPS.

Street Fighter 6

Cyberpunk 2077 es uno de los juegos más exigentes que existen a día de hoy. El trazado de rayos no es una opción porque reduce muchísimo el rendimiento, y no compensa el sacrificio que tenemos que hacer en términos de resolución y nitidez de la imagen para que sea mínimamente fluido.

En este título la ASUS ROG Ally puede llegar a medias de 38 FPS en 1080p con calidad media-alta y sombras de contacto activadas, siempre que utilicemos el modo turbo de 25 vatios y el FSR2 en modo calidad. Qué puedo decir, esta consola mueve Cyberpunk 2077 mucho mejor que una PS4.

Como podéis ver en la gráfica el modo de 15 vatios es viable, aunque queda bastante justo, ya que esos 30 FPS son una media que fluctúa, y que por tanto baja y sube dependiendo de la escena. El modo silencioso no tiene cabida en esta resolución.

cb 2077

En resolución 720p con calidad media-alta el rendimiento mejora notablemente. La ASUS ROG Ally puede llegar a medias de 57 FPS con el FSR2 en modo rendimiento, y el modo de 15 vatios aquí es perfectamente viable. El modo de 10 vatios puede ser una opción viable si reducimos la calidad gráfica a bajo y utilizamos el FSR2 en modo rendimiento.

cb 2077 720p

Vamos con Resident Evil 4 Remake, que es uno de mis juegos favoritos. En calidad alta, pero con un espacio reservado a texturas de solo 0,25 GB, la experiencia es aceptable en 1080p gracias al FSR2 configurado en modo rendimiento, siempre que utilicemos el modo de 25 vatios. El modo de 15 vatios no es viable, y el de 10 vatios tampoco. Podríamos reducir la calidad gráfica a nivel medio o medio-bajo para ganar bastante fluidez.

resident evil 4 remake

En 720p se produce una mejora notable del rendimiento, y aquí la experiencia ya empieza a ser buena porque nos podemos mover en medias de 41 FPS con el modo turbo y el FSR2 en modo rendimiento. El tamaño y la calidad de la pantalla de la ASUS ROG Ally hacen que, incluso con esta configuración, el nivel de nitidez y la calidad gráfica en general sean buenos.

resident evil 4 remake 720p

Mad Max es un juego que podríamos considerar como «temprano» dentro de la generación anterior de consolas, pero la verdad es que ha envejecido muy bien, y pone a nuestra disposición un gran mundo abierto que podemos explorar con toda libertad, y que combina con espacios cerrados perfectamente ambientados.

Configurado con el modo de calidad alta (automático, sin cambiar nada), tenemos una media excelente de 62 FPS en exteriores conduciendo con el coche, que es de lo más exigente que encontraremos, utilizando el modo turbo y resolución 1080p. El modo rendimiento de 15 vatios es perfectamente viable, y en 720p la experiencia es simplemente perfecta, ya que tenemos medias de 85 FPS y 73 FPS en los modos de 25 y 15 vatios.

mad max

Elden Ring es un juego que se puede disfrutar mucho en la ASUS ROG Ally, porque el sistema de control está perfectamente adaptado a un juego de este tipo, y porque la calidad de la pantalla nos permite apreciar incluso los detalles más pequeños. En 1080p y con calidad alta tenemos medias de 30 FPS con el modo turbo, y la verdad es que podemos jugar muy bien gracias a la tecnología AMD FreeSync Premium.

Podríamos reducir el nivel de calidad a medio-bajo para mejorar la fluidez bajo 1080p. En 720p el modo turbo logra 46 FPS y ofrece una experiencia excelente. Al utilizar el modo rendimiento registré la mayor diferencia de toda la comparativa, con una media de 31 FPS, cosa que me parece bastante rara pero no aprecié ninguna anormalidad, y el recorrido de la prueba fue el mismo. El modo silencioso podría ser viable en 720p con calidad baja, pero iría muy justo.

elden ring

Streets of Rage 4 es uno de los juegos en 2D con mejor calidad gráfica que existen hoy en día dentro del género «beat em up», y es también todo un referente a nivel jugable. No es muy exigente a nivel de hardware, pero he querido incluirlo en la comparativa para que veáis que, como dije anteriormente, el modo silencioso es perfecto para este tipo de títulos.

Con todo, registré caídas en momentos concretos con el modo silencioso al probarlo en el modo simulación cuando aparecían muchos enemigos y efectos en pantalla. En este caso, la media se mantenía casi siempre en 60 FPS, pero llegó a bajar a 46 FPS en momentos concretos.

sor4

No podía terminar sin dejaros los resultados de mi compañero actual de aventuras cuando termino de trabajar y tengo un rato libre, Diablo IV. Lo nuevo de Blizzard se mueve como la seda en la ASUS ROG Ally incluso en 1080p. Si lo configuramos en calidad media con FSR2 en modo equilibrado y el modo turbo conseguiremos medias de 68 FPS, y como podemos apreciar el modo rendimiento es perfectamente viable.

En 720p la ASUS ROG Ally va totalmente sobrada, pero tened en cuenta que son cifras medias, y que en combates donde aparecen muchos enemigos y muchos efectos en pantalla se producen caídas considerables, así que no es recomendable ir más allá del nivel de calidad media. El modo silencioso sería viable en 720p y calidad baja con FSR2 en modo rendimiento.

La ASUS ROG Ally ha demostrado por qué merece ser considerada como la consola más potente de su clase. Es capaz de mover juegos exigentes en 1080p con calidades medias o altas, y gracias a la tecnología de reescalado FSR2 alcanza niveles de fluidez que serían impensables en un dispositivo de este tipo.

Aunque lo ideal es jugar en 1080p, dado que es la resolución nativa de la pantalla, os puedo confirmar que los juegos en la ASUS ROG Ally se ven muy bien incluso en 720p. Esto se debe al tamaño de la pantalla, que no requiere de una gran densidad de píxeles por pulgada para mostrar un buen nivel de nitidez, y también influye la calidad de la misma, tanto por el panel IPS como por su reproducción de colores.

Temperaturas, frecuencias de trabajo y valores de TDP

La APU Ryzen Z1 Extreme ofrece un rendimiento excelente, y sus valores térmicos son aceptables, sobre todo teniendo en cuenta la potencia del chip y el espacio en el que se integra. Bajo el modo turbo tenemos unos valores medios de 87 grados C, cifra que cae a 77 grados C en modo rendimiento y a 60 grados C en modo silencioso. Al utilizarla conectada tenemos picos de 96 grados C y medias de 94 grados C.

temperatura

El sistema de refrigeración es bastante silencioso, y trabaja de una manera tan inteligente que hace que el calor nunca llegue a la zona de los mandos de control. Esto es fundamental porque si el calor llegase a dicha zona resultaría muy molesto, y tendría un impacto negativo en la experiencia de uso (nos sudarían las manos, el tacto y el agarre empeorarían, jugaríamos cada vez peor).

En cuanto a la autonomía, utilizando el modo turbo podemos llegar a registrar poco más de una hora de juego continuado por cada carga de la batería. Con el modo rendimiento ganamos algo más de media hora, y el modo silencioso es, como cabía esperar, el que mejor valor ofrecen en términos de autonomía. No obstante, no es recomendable salvo en juegos concretos porque implica una pérdida de rendimiento muy grande, y nos obliga a hacer grandes sacrificios en resolución calidad de imagen.

Tened en cuenta que los valores de autonomía pueden cambiar en función del brillo de la pantalla y de si tenemos activada la iluminación LED RGB. También podemos crear perfiles de TDP personalizados para afinar mejor el valor consumo-rendimiento-autonomía. No obstante, he podido detectar que todos los modos activados suelen saltarse con frecuencia el límite máximo, y no es raro ver que, por ejemplo, el modo de 15 vatios se asiente en un consumo de 20 vatios, o que el modo de 25 vatios suba a 30 vatios.

autonomía

Las frecuencias de trabajo de la CPU y la GPU suelen oscilar mucho en la APU Ryzen Z1 Extreme, y esto es algo totalmente normal, ya que se van ajustando en tiempo real a las necesidades del sistema, a las exigencias de cada juego y al TDP disponible. Lo más frecuente es que la CPU se mantenga entre los 2,4 GHz y los 3,1 GHz, mientras que la GPU se sitúa entre los 1,8 GHz y los 2,1 GHz, ambos con el modo turbo activado.

Notas finales

ASUS ROG Ally

La ASUS ROG Ally es un dispositivo interesante. Algunos no la consideran una consola portátil porque viene con Windows 11 y dicen que es más bien un PC portátil, pero en realidad creo que este enfoque es injusto e incorrecto porque, al final, no todo se reduce al sistema operativo. Sí, importa, pero es solo una parte de un todo.

No voy a entrar en polémicas innecesarias, pero debemos tener en cuenta que la ASUS ROG Ally tiene el diseño, la ergonomía y los acabados propios de una consola portátil de gama alta, que cuenta con hardware personalizado, como ocurre con las consolas de sobremesa, y que además incluye software específico que le dan funciones concretas para maximizar la experiencia de uso como consola portátil.

He disfrutado mucho utilizando la ASUS ROG Ally, y debo decir que me ha sorprendido en todos los sentidos. Es un dispositivo que no dejará indiferente a nadie, bien diseñado y construido que ofrece un rendimiento simplemente fantástico, y que encima es capaz de mantener el calor  lejos de las manos del usuario para que este disfrute de una experiencia perfecta en todo momento.

La calidad de la pantalla y del sonido rayan también a un gran nivel, y en mi opinión la integración de Windows 11 como sistema operativo es más una ventaja que una desventaja, porque la plataforma ASUS ROG Armoury Crate nos permite utilizar la ASUS ROG Ally como si fuera una consola, y gracias a los atajos y a la pantalla táctil podemos sacar mucho partido a Windows 11. También podemos utilizarla como si fuera un PC si la conectamos a un monitor y a un teclado externo, algo que al final merece ser considerado como un valor añadido.

No es perfecta, ya que la cruceta de dirección tiene margen de mejora y creo que se podría haber incluido al menos un conector USB Type-C adicional. La autonomía también es algo justa, aunque esto último es comprensible teniendo en cuenta su tamaño y su rendimiento, y también los valores que alcanza la Steam Deck que, recordamos, es mucho menos potente y tiene una pantalla inferior.

La ASUS ROG Ally es una buena compra, sin duda, sobre todo si eres de los que se mueven con frecuencia y quieres poder disfrutar de tus juegos favoritos con un buen nivel de calidad y fluidez, sienta un precedente muy valioso sobre el que ASUS puede trabajar para lanzar un modelo de segunda generación superior en todos los sentidos.

Valoración final
8.8 NOTA
NOS GUSTA
Rendimiento.
Pantalla.
AMD FreeSync Premium.
ASUS ROG Armoury Crate.
Calidad de construcción.
Diseño.
Sistema de refrigeración.
Funciones tipo consola.
A MEJORAR
Autonomía, aunque comprensible.
Solo un USB Type-C.
RESUMEN
La ASUS ROG Ally es una buena compra, sin duda, sobre todo si eres de los que se mueven con frecuencia y quieres poder disfrutar de tus juegos favoritos con un buen nivel de calidad y fluidez, sienta un precedente muy valioso sobre el que ASUS puede trabajar para lanzar un modelo de segunda generación superior en todos los sentidos.
Diseño y calidad de construcción9.5
Rendimiento9.5
Conectividad8.5
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