Twitch ayer dijo Digo, hoy dice Diego
La plataforma morada, termino empleado habitualmente para referirse a Twitch, no se encuentra en sus mejores tiempos. Muchos recordamos que entre 2020 y 2021 su crecimiento en usuarios fue espectacular, principalmente como consecuencia del coronavirus y los confinamientos, algo que empujó a muchos a buscar nuevos contenidos que consumir, y también a bastantes personas a plantearse un futuro profesional como creadores de los mismos.
Eran tiempos dorados para la plataforma, con récords de directos y de visualizaciones que se superaban semanalmente. Sin embargo, ese crecimiento no era orgánico, estaba impulsado por unas circunstancias muy específicas. Así, cuando éstas dejaron de estar vigentes y fuimos recuperando la añorada «vieja normalidad», y con una comunidad de creadores hiperdimensionada, los números empezaron a caer, no ya frustrando las expectativas de crecimiento, sino incluso forzando a reajustar las previsiones del suelo real del servicio.
La vuelta a la normalidad no ha sido, no obstante, la única razón del decaer de Twitch, pues hay otros problemas que también afectan a la plataforma. Desde las raids de odio de las que ya hablamos en su momento hasta movimientos bastante erráticos en lo referido a qué contenidos son aceptables y cuáles no. El ejemplo más claro de ello lo vimos en mayo de 2021, cuando con tan solo dos días de diferencia, la plataforma desmonetizó el canal de Amouranth, y dio marcha atrás para permitir y catalogar ese tipo de contenidos.