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La sonda Voyager, de nuevo en problemas

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La sonda Voyager, de nuevo en problemas

Desde hace ya bastante tiempo, desgraciadamente pero también por lógica, las noticias sobre las sondas Voyager 1 y 2 están relacionadas, prácticamente en su totalidad, con fallos en su funcionamiento. Claro, que es suficiente con un rápido vistazo a su hoja de servicios (la de ambas) no solo para entender perfectamente lo que está ocurriendo, también para seguir considerándolas, pese a estos fallos, una de las grandes obras de la ingeniería y de la exploración espacial.

El problema que afecta actualmente a la Voyager 1, se originó el pasado diciembre, pues desde entonces la sonda ha estado enviando datos sin sentido a la Tierra. La buena noticia es que, pese a este fallo, las comunicaciones bidireccionales se mantienen operativas, pero el problema es que las soluciones adoptadas hasta ahora no han podido restablecer el envío de información coherente por parte de la sonda. Y, claro, las opciones al respecto se van agotando.

Según podemos leer en Gizmodo, la NASA sospecha de un fallo en el sistema de datos de vuelo (FDS por sus siglas en inglés), un problema que ya fue identificado hace algún tiempo y que llevó a los equipos de ingeniería a reconfigurar el funcionamiento de la sonda para que los datos fueran gestionados y enviados a la Tierra desde otro de sus componentes, algo que sí que solucionó el problema en aquel momento. Ahora, sin embargo, la situación se repite, y soluciones como reiniciar el FDS (sí, apagar y volver a encender también funciona en el espacio) no ha tenido efecto en esta ocasión.

La sonda Voyager, de nuevo en problemas

Actualmente, la Voyager 1 envía datos de telemetría, que permiten confirmar el desarrollo de su infinita travesía. Los objetivos principales de la misión fueron completados hace ya décadas, si bien la agencia espacial estadounidense le encomendó una nueva misión: explorar y estudiar los límites de nuestro sistema solar. Para quienes no lo recuerden, su misión original consistía en visitar Júpiter y Saturno y obtener imágenes detalladas de ambos planetas. Fue lanzada al espacio el 5 de septiembre de 1977, y en el momento de publicar esta noticia se encuentra a 24.365.369.128 kilómetros de la Tierra, y se desplaza a una velocidad aproximada de 22,5 kilómetros por segundo (puedes comprobar la información actualizada al segundo en este enlace).

Así, tanto la Voyager 1 como la Voyager 2 llevan décadas en el tiempo de descuento, y habida cuenta de la tecnología disponible cuando fueron diseñadas y construidas, resulta más que destacable hasta dónde han llegado, así como el potencial de seguir operativas al menos a corto y medio plazo. Ahora bien, Suzanne Dodd, directora de proyecto de las misiones Voyager, ha descrito este problema como “normal en esta etapa”, que es una manera amable de decir que estamos en un punto en el que se pueden «romper» definitivamente en cualquier momento.

La NASA ya nos tiene acostumbrados a diseños que superan, por mucho, sus planes iniciales. Los grandes paradigmas a este respecto son las sondas Voyager y el telescopio espacial Hubble, pero también encontramos casos más recientes, como el del rover Curiosity o, pese a que tristemente hace un par de semanas supimos que un accidente había provocado su final, el helicóptero Ingenuity que ha acompañado al rover Ingenuity desde su llegada al cráter Jezero, en la superficie de Marte.

 

Imágenes: NASA/Caltech

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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