TP-Link presenta sus soluciones Wi-Fi 7 adelantándose al lanzamiento del estándar

TP-Link ha presentado sus nuevas soluciones con soporte para redes inalámbricas Wi-Fi 7. Estarán disponibles en 2023 y se adelantarán al menos un año al lanzamiento oficial del estándar.

La industria tecnológica avanza imparable y los fabricantes se preparan para el futuro. Wi-Fi 7 será la próxima gran actualización del estándar de conectividad inalámbrica y a pesar del despliegue cercano en el que estamos inmersos con Wi-Fi 6 y Wi-Fi 6E, la próxima gran norma llegará antes de lo esperado.

TP-Link ha presentado varias soluciones con su soporte. El más interesante para nuestro gusto es el router independiente Archer BE900, con un diseño de nave espacial conocido en la gama alta y que alberga 12 antenas internas, con enormes prestaciones aprovechando las cuatro bandas del nuevo estándar, puertos WAN/LAN de 10G, un puerto RJ45 y un puerto combinado RJ45/SFP+ y flexibilidad para conexiones de fibra y cobre. Su precio estará a la altura de sus prestaciones ya que costará 699 dólares.

Otras de las soluciones presentadas son el router Archer GE800 que el fabricante dirige al segmento de juegos y los sistemas de malla Deco BE95 y Deco BE85, que costarán 1.000 y 1.200 dólares respectivamente. Bastante más caros que los sistemas Mesh Wi-Fi 6, pero es lo que tiene adelantarse al lanzamiento de nuevas normas.

Estarán disponibles para reservar a partir del 31 de diciembre para entrega en el primer trimestre de 2023. Hay que decir que Wi-Fi Alliance aún está trabajando en las características finales del estándar y no se lanzará hasta 2024, por lo que estas soluciones llegarán al mercado sin certificación oficial.

¿Cómo serán las redes inalámbricas Wi-Fi 7?

A falta de publicar las especificaciones finales, sabemos que la nueva norma se etiquetará con el nombre técnico de IEEE 802.11be. La nueva norma inalámbrica se está desarrollando para lograr un rendimiento extremadamente alto (EHT), por lo que podemos esperar mejoras en las velocidades de transferencia, menor latencia, mejor manejo de los dispositivos conectados y ampliación del espectro con canales de mayor ancho de banda, que terminan determinando la tasa de datos de una señal Wi-Fi y en definitiva aumentan el rendimiento.

La velocidad de transferencia de datos teórica será estratosférica frente a los 9,6 Gbps de Wi-Fi 6, hasta 46 Gbps. Lo mismo podemos decir del ancho de banda de 320 MHz, la modulación de amplitud en cuadratura QAM de hasta 4094 frente a los 1024 anteriores o el doble de cantidad de flujos espaciales de 8 a 16 y mejoras en la función MIMO, OFDMA y en la tecnología de operación multienlace (MLO), que agrega múltiples canales en diferentes bandas de frecuencias al mismo tiempo para mejorar el tráfico de la red y que es una propiedad muy interesante para el juego en streaming.

En resumen. Wi-Fi 7 apunta fuerte para conseguir de verdad un objetivo que la industria de las redes lleva persiguiendo hace tiempo: reemplazar definitivamente las redes de área local cableadas mediante estas conexiones inalámbricas.