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PS4 o PS4 Pro, ¿qué consola debería elegir?
Tras el lanzamiento de la nueva consola de Sony muchos usuarios se han quedado con una gran duda, si deben elegir PS4 o PS4 Pro, y es normal, ya que la segunda no ha terminado de convencer y todavía nada «en un mar de incertidumbre».
Decimos esto porque las mejoras que hemos podido ver en juegos de ambas consolas son en general bastante mínimas, y por ello muchos usuarios no terminan de encontrar nada que les motive realmente a decantarse por PS4 Pro, aunque al mismo tiempo se cuestionan si ésto puede ser algo temporal y si acabará mejorando a corto plazo, cuando los desarrolladores estén «más hechos» a dicha consola.
Todo esto nos deja una decisión complicada, y ahora que tenemos cerca el Black Friday y las compras navideñas queremos ayudaros a disipar dudas y a aclarar un poco las ideas, para que así podáis elegir el sistema que mejor se adapte a vosotros.
PS4 Pro, una consola que no es lo que parece
Sony ha «vendido» PS4 Pro como una consola 4K y realmente no lo es, al menos en sentido estricto. La misma puede utilizar técnicas de reescalado y HDR, elementos que le permiten ofrecer una mejora en calidad gráfica sin consumir demasiados recursos, pero que obviamente no llega al nivel de lo que sería una experiencia en 4K nativos.
Así, técnicas como el Checkerboard ayudan a ofrecer una mayor resolución a pesar de la falta de potencia de la consola.
En esencia lo que estamos viendo en los primeros juegos es algo que de hecho ya que se ha utilizado en juegos anteriores, como por ejemplo Kill Zone Shadowfall, renderizar a la mitad de píxeles por alto y por ancho para luego estirar y aplicar MSAA 2X.
De esta manera cuando renderizas a 1.920 x 1.080 píxeles y «estiras» o reescalas a 3.840 x 2.160 píxeles el consumo de rendimiento es mucho menor que cuando renderizas en 4K nativo, y solventas la pérdida de calidad y los dientes de sierra aplicando un suavizado de bordes que «maquilla» el acabado final.
Sí, hay juegos que tienen mayor resolución o que incluso llegan al 4K nativo, pero no son títulos de la generación actual, cosa que debemos tener muy presente.
¿Por qué no es capaz de lograr 4K nativos si dobla la potencia gráfica de PS4?
Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, y ahora vamos a profundizar un poco para que se entienda todavía mejor. PS4 Pro supera en más del doble la potencia de la PS4 original, pero es una consola desequilibrada y para mover juegos en 4K hace falta algo más que TFLOPS.
Antes de nada hay que dejar claro que aunque todavía no se ha concretado Mark Cerny, jefe de arquitectura de PS4 Pro, dio a entender que dicha consola «dobla como las alas de una mariposa» la GPU de PS4, lo que quiere decir que tiene una GPU idéntica a la de dicha consola.
Dado que aquella suma 1.152 shaders y PS4 Pro tiene 2.304 shaders la cosa parece bastante clara, la nueva consola de Sony dobla directamente la GPU de PS4 y por tanto no tiene una nueva solución gráfica basada en Polaris 10 de AMD, al menos en teoría ya que como decimos la compañía nipona no ha sido clara en este sentido.
Sé que os preguntaréis de dónde salen entonces esos TFLOPs extra, y la explicación es simple, del aumento de frecuencia, ya que en PS4 Pro la GPU corre a 911 MHz y no a 800 MHz.
Entonces tendríamos, en esencia, el equivalente en potencia a dos Radeon HD 7850, solución gráfica que tiene ya unos cuatro años encima, y además sin memoria gráfica dedicada, ya que el sistema tiene los mismos 8 GB de GDDR5 que PS4 y 1 GB extra de DDR3, pero sólo dispone de 5,5 GB de GDDR5 a repartir como RAM y VRAM. PS4 dispone de 5 GB de GDDR5, así que la diferencia es mínima.
La limitación es enorme, y para que sea aún más evidente basta un ejemplo sencillo; un PC para jugar con garantías en 4K normalmente cuenta con 16 GB de RAM y 8 GB de VRAM, lo que suma un total de 24 GB frente a esos 5,5 GB.
Esto es un cuello de botella importante, ya que en PC por ejemplo un juego actual ocupa entre 4 GB y 8 GB de RAM, y un mínimo de entre 3 GB y 4 GB si subimos la resolución a 4K. Como vemos en el mejor de los casos necesitaríamos un mínimo de 8 GB libres, cifra que no tiene PS4 Pro.
No podemos terminar sin hablar de su procesador, que es la misma solución Jaguar de AMD con CPU de ocho núcleos de PS4 pero trabajando a 2,1 GHz en vez de a 1,6 GHz. Es una solución de bajo consumo, lo que implica que su IPC es bajo, algo que unido a su baja frecuencia y al hecho de que sólo quedan seis núcleos libres para los desarrolladores evidencia otro cuello de botella importante.
¿Y qué hay del multimedia?
PS4 Pro puede reproducir contenidos en 4K pero carece de una unidad óptica Blu-ray UHD, cosa que por ejemplo sí tiene Xbox One S, lo que en definitiva acaba limitando la experiencia del usuario.
Podemos acceder a contenidos multimedia en dicha resolución, pero sólo a través del formato digital, lo que implica que necesitaremos disponer de una muy buena conexión a Internet.
Si unimos esa carencia al hecho de que no tiene potencia como dijimos para mover juegos en 4K nativo nos damos cuenta de que no es buena idea promocionar PS4 Pro como una consola 4K, ya que no lo es y en general ofrece al jugador una experiencia tan descafeinada que puede acabar hasta defraudando a los más exigentes.
Conclusiones, ¿PS4 o PS4 Pro?
He centrado la exposición en PS4 Pro porque ya conocemos de sobra a PS4 y sabemos perfectamente de qué es capaz de ofrecer al jugador, juegos en resoluciones 1080p con calidades que en PC equivalen a ajustes medios y 30 FPS en la mayoría de los casos.
Teniendo en cuenta lo que ofrece una y otra consola, y ahora que hemos podido empezar a conocer de verdad la realidad de PS4 Pro, pienso con más fuerza que Sony no la enfocado correctamente, y que es más una consola para 1080p y 60 FPS con calidades altas que otra cosa.
Así, si tienes una TV 4K y esperas disfrutar de una auténtica experiencia en dicha resolución y que la misma sea perfecta desde luego no lo conseguirás con PS4 Pro, simplemente porque la consola no tiene potencia para ello, y de hecho ni siquiera trae como dijimos un reproductor de Blu-ray UHD.
Con esto no queremos decir que sea una mala compra, sino que debemos ser verdaderamente conscientes de lo que nos llevamos al comprar un PS4 Pro, y de las limitaciones que esta ofrece.
A la hora de elegir esta es mi recomendación:
- PS4 ofrece una mejor relación calidad-precio, es un sistema más equilibrado y tiene una gran vida todavía por delante. Si tienes un presupuesto limitado o quieres gastar lo mínimo posible, juegas en 1080p y no te quita el sueño un poco más de calidad o de fluidez es tu consola.
- PS4 Pro ofrece más potencia, pero creo que esos 150 euros de diferencia frente a una PS4 estándar de 500 GB no compensan y que calidad-precio es por tanto muy inferior. En cualquier caso si quieres acceder a una experiencia 4K «descafeinada» a bajo precio y no te resulta imprescindible disponer de un lector de Blu-ray UHD es una opción aceptable.
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