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Qué procesador comprar en 2019: guía de compras Intel y AMD por gama y precio

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Con el lanzamiento de los procesadores Ryzen 3000 de AMD y los últimos movimientos de precio que ha llevado  a cabo Intel es un buen momento para actualizar nuestra guía dedicada a qué procesador comprar en 2019, donde mantendremos la estructura que hemos seguido en ocasiones anteriores.

En esta nueva os ayudaremos a elegir el procesador que debéis comprar para disfrutar de una experiencia óptima en 2019, haremos una diferenciación por gamas, rendimiento y precio, repasaremos sus especificaciones, la plataforma con la que son compatibles y os contaremos con qué tipo de tarjetas gráficas se llevan mejor, todo con el objetivo de que podáis tomar una decisión acertada y equilibrada.

Sé lo que estáis pensando, que es complicado acertar en la elección del procesador que vamos a comprar y dar forma a un equipo desequilibrado, pero en 2019 el mercado de tarjetas gráficas de consumo general se encuentra un tanto saturado, hay modelos de nueva generación conviviendo con los de generaciones anteriores y es fácil elegir modelos que no terminen de ajustarse de forma óptima al rendimiento de la CPU que hemos montado, así que os ayudaremos a no errar «el tiro».

Como os hemos comentado en ocasiones anteriores el procesador es un pilar básico de cualquier PC, de él depende la potencia en tareas de propósito general del equipo, es el que se encarga de «alimentar» de datos a otros componentes, como la tarjeta gráfica, así que debemos cuidar al máximo nuestra elección para no crear desequilibrios.

Por ejemplo, comprar un procesador poco potente para jugar es un error grave en 2019 por una razón muy sencilla, puede que logremos mover juegos actuales de una forma aceptable, pero no estaremos preparados para superar la transición que marcará la próxima generación de consolas, Xbox Scarlett y PS5, un tema sobre el que ya tuvimos la oportunidad de hablar recientemente, cuando analizamos si su llegada podría dejar «obsoletos» a los procesadores de cuatro y seis núcleos.

Dicho esto entramos en materia. Como siempre os recuerdo que si tenéis cualquier tipo de duda podéis dejarla en los comentarios y estaremos encantados de ayudaros a resolverla.

Consideraciones previas: IPC, núcleos y plataforma

El IPC (instrucciones por ciclo de reloj) se utiliza para valorar el rendimiento bruto que es capaz de ofrecer un procesador en entornos monohilo, es decir, por cada núcleo activo, funcionando a una frecuencia concreta, y se ha convertido en uno de los elementos más importantes a la hora de decidir qué CPU debemos comprar en 2019.

Comprar un procesador con un bajo IPC puede ser problemático si queremos utilizarlo en aplicaciones exigentes, como juegos, por ejemplo, pero debemos adoptar un enfoque equilibrado y ponerlo en consonancia con otros elementos aspectos importantes, como los núcleos y la plataforma en la que se integra.

Hoy por hoy tanto Intel como AMD tienen plataformas muy avanzadas, aunque esta última ha mantenido una estrategia más interesante de cara al consumidor al apostar por una retrocompatibilidad casi total en su plataforma AM4, y ha adoptado, además, tecnologías avanzadas que todavía no están disponibles en placas base Intel, entre las que destaca el PCIE Gen4.

Si hablamos de núcleos la compañía de Sunnyvale también ha tomado la delantera, y ha mantenido además un enfoque centrado alrededor del valor calidad-precio que le ha permitido recortar cuota de mercado al gigante del chip. Contar con un procesador que tenga un alto IPC es importante, pero también lo es llegar un nivel óptimo de núcleos, ya que de lo contrario no disfrutaremos de una experiencia óptima y puede que algunas aplicaciones ni siquiera lleguen a funcionar.

Debemos, por tanto, elegir un procesador en función de su IPC, pero también debemos asegurarnos de que la plataforma en la que se integra cumple con nuestras necesidades y que tiene un número de núcleos lo bastante alto como para mover las aplicaciones y juegos que tenemos la intención de utilizar, tanto a corto como a largo plazo.

Ahora mismo si tenemos la intención de comprar un procesador para ofimática el nivel óptimo se sitúa en un procesador con dos núcleos y cuatro hilos. Por contra, si queremos un procesador para jugar el nivel óptimo se sitúa en seis núcleos.

Intel y AMD: arquitecturas y gamas

Ambas compañías ofrecen un amplio catálogo de procesadores basados en arquitecturas diferentes que ofrecen, por tanto, un rendimiento bruto muy distinto. En este artículo nos vamos a limitar a ver las arquitecturas que se utilizan en procesadores de consumo general que todavía siguen a la venta, lo que significa que vamos a obviar aquellas más antiguas que daban forma a CPUs que han sido descatalogadas.

Empezamos hablando de Intel. El gigante del chip mantiene en el mercado las siguientes arquitecturas:

  • Skylake: fabricada en 14 nm, una arquitectura utilizada en las series Core 6000 y Core 7000-9000 Extreme (HEDT). Ofrece un IPC elevado, ligeramente superior al que podemos encontrar en los Ryzen y Threadripper serie 1000 (primera generación). Se encuentran disponibles en configuraciones de hasta cuatro núcleos y ocho hilos en la serie Core 6000 y hasta 18 núcleos y 36 hilos en la serie Core 7000-9000 Extreme.
  • Kaby Lake: fabricada en 14 nm+, es una arquitectura presente en las series Core 7000. Trae una pequeña mejora a nivel de IPC frente a la anterior y mantiene el máximo de cuatro núcleos y ocho hilos.
  • Coffee Lake: está fabricada en proceso de 14 nm++, es una revisión de la generación anterior con una mejora mínima del IPC. Se utiliza en los procesadores Core 8000 y cuenta con configuraciones de hasta seis núcleos y doce hilos.
  • Coffee Lake Refresh: fabricada en proceso de 14 nm++, mantiene el IPC de la generación anterior. Ha sido utilizada en los procesadores Core 9000 y ha subido los niveles máximos a ocho núcleos y dieciséis hilos.

Otras cosas que debes tener en cuenta sobre los procesadores Intel para no equivocarte a la hora de elegir:

  1. La letra «K» significa que el procesador permite overclock, siempre que lo acompañes de una placa base con chipset serie Z.
  2. Si tiene la letra «F» en su nomenclatura quiere decir que su GPU integrada no es funcional, o que carece de ella.
  3. En caso de que veas una letra «T» se trata de un procesador de bajo consumo para escritorio. Rinde menos que  la versión normal, pero consume también menos.
  4. La letra «X» y las letras «XE» se utilizan para diferenciar procesadores de serie «Extrema» (HEDT).

Saltamos ahora a AMD. Estas son las arquitecturas que el gigante de Sunnyvale tiene en el mercado:

  • Zen: fabricada en proceso de 14 nm, es una arquitectura que ha sido utilizada en los procesadores Ryzen 1000, Threadripper 1000 y en las APUs Ryzen 2000. Su IPC es alto, pero como dijimos queda un poco por debajo de la arquitectura Skylake. Alcanza configuraciones de hasta 8 núcleos y 16 hilos en los Ryzen y hasta 16 núcleos y 32 hilos en Threadripper.
  • Zen+: está fabricada en proceso de 14nm+, es una revisión menor de la generación anterior que mejora levemente el IPC y el soporte de memorias a altas frecuencias. Ha sido utilizada en los procesadores Ryzen 2000, Threadripper 2000 y en las APUs Ryzen 3000. Mantuvo el máximo de 8 núcleos y 16 hilos en la serie Ryzen, pero subió a 32 núcleos y 64 hilos el máximo en los Threadripper 2000.
  • Zen 2: ha sido una importante revolución. Está fabricada en proceso de 7 nm y ha mejorado en gran medida el IPC, tanto está al nivel de Coffee Lake Refresh (Core 9000). Ha sido utilizada en los Ryzen 3000, y próximamente se integrará en los Threadripper 3000 y en las APUs Ryzen 4000. En los Ryzen 3000 ha elevado el máximo de núcleos a 16 y el de hilos a 32, y se espera que en los Threadripper 3000 suba a 64 núcleos y 128 hilos.

Como en el caso anterior te dejamos otras claves que debes tener en cuenta a la hora de elegir un procesador AMD:

  1. La letra «X» en la nomenclatura de un Ryzen indica que viene a unas frecuencias de trabajo mayores, pero tiene el mismo conteo de núcleos e hilos.
  2. Si vemos las letras «WX» en un Threadripper significa que estamos ante un modelo con un alto número de núcleos, y que está preparado para mover juegos y aplicaciones profesionales intensivas que requieran de un alto grado de paralelizado.
  3. En algunos casos concretos, como en los inminentes Ryzen 5 3500 y Ryzen 5 3500X, AMD está utilizando la «X» para diferenciar la presencia de una mayor cantidad de caché en el segundo.

Qué procesador comprar en 2019: hasta 100 euros.

Este nivel es el que podemos considerar como básico. Está formado por modelos de hasta cuatro núcleos que dan lo mejor de sí en equipos para ofimática, aunque también son una buena opción para montar equipos gaming de bajo presupuesto.

AMD Ryzen 3 1200 por 49,99 euros

Es la mejor opción a día de hoy si queremos montar un PC para juegos de bajo presupuesto, ya que ofrece un buen IPC, cuenta con cuatro núcleos físicos y soporta overclock. Su rendimiento es, todavía, muy sólido, y utiliza la plataforma AM4, lo que significa que podremos actualizar sin tener que cambiar la placa base si compramos una con chipset B350 o superior.

  • Arquitectura Zen en 14 nm.
  • Cuatro núcleos y cuatro hilos a 3,1 GHz-3,4 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipsets B350 y superiores.
  • 8 MB de caché L3.
  • TDP de 65 vatios.
  • Compatible con el socket AM4.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama baja y gama media.

AMD Athlon 200GE por 53,99 euros

Si quieres montar un equipo sin gráfica dedicada este chip es una excelente opción, ya que viene con una GPU integrada que ofrece un rendimiento más que aceptable y tiene un precio muy económico. Ideal para ofimática y multimedia, y también para mover juegos poco exigentes.

  • Basado en la arquitectura Zen en 14 nm.
  • Dos núcleos y cuatro hilos a 3,2 GHz.
  • GPU Radeon Vega 3 con 192 shaders.
  • 4 MB de caché L3.
  • TDP de 35 vatios.
  • Compatible con el socket AM4.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas actuales de gama baja y baja-media.

AMD Ryzen 3 2200G por 89,99 euros

Esta APU es una buena opción para montar un PC sin gráfica dedicada y jugar en resoluciones inferiores a 1080p de manera aceptable. Tiene cuatro núcleos físicos y soporta overclock, así que es, en esencia, un Ryzen 3 1200 a mayor frecuencia con una GPU integrada.

  • Arquitectura Zen en 14 nm.
  • Cuatro núcleos y cuatro hilos a 3,5 GHz-3,7 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipsets B350 y superiores.
  • GPU integrada Radeon Vega 8 con 512 shaders.
  • 4 MB de caché L3.
  • TDP de 65 vatios.
  • Compatible con el socket AM4.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas actuales de gama baja y gama media.

Qué procesador comprar en 2019: hasta 250 euros.

Cuando pasamos a este nivel se produce un salto importante en lo que a rendimiento bruto se refiere y nos encontramos con una gran cantidad de opciones. Esto resulta positivo, ya que tenemos una mayor variedad, pero al mismo tiempo hace que tomar una decisión totalmente acertada acabe siendo más complicado.

AMD Ryzen 5 1600 por 102,99 euros

La mejor opción a día de hoy si tenemos un presupuesto de poco más de 100 euros y queremos tener un equipo «todoterreo», capaz de mover juegos exigentes y de aguantar la transición de la nueva generación de consolas. Equilibrado y potente, gracias a su buen IPC y sus seis núcleos y doce hilos.

  • Arquitectura Zen en proceso de 14 nm.
  • Seis núcleos y doce hilos a 3,2 GHz-3,6 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipsets B350 y superiores.
  • 16 MB de caché L3.
  • TDP de 95 vatios.
  • Compatible con el socket AM4.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

Core i5 9400F por 149,99 euros

Sin duda el mejor procesador de Intel dentro de la gama media. Un chip con un IPC muy alto que ofrece un gran rendimiento gracias a sus seis núcleos físicos. Puede servir para montar un PC equilibrado a día de hoy, y permitirnos ampliar a un Core i9 9900 dentro de unos años.

  • Seis núcleos y seis hilos a 2,9 GHz-4,1 GHz, modo normal y turbo.
  • Socket LGA 1151 con chipset serie 300.
  • Arquitectura Coffee Lake Refresh.
  • Multiplicador bloqueado.
  • TDP de 65 vatios.
  • 9 MB de caché inteligente.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

AMD Ryzen 7 2700 por 187 euros

Estamos ante un procesador con un IPC alto que suma la friolera de 8 núcleos y 16 hilos. Está preparado para ofrecer un buen rendimiento en juegos y en aplicaciones intensivas que requieran de un alto nivel de paralelizado. Uno de los mejores chips que existen actualmente en relación precio-rendimiento.

  • Arquitectura Zen+ en proceso de 12 nm.
  • Ocho núcleos y dieciséis hilos a 3,2 GHz-4,1 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipset B350 y superiores.
  • 16 MB de caché L3.
  • TDP de 65 vatios.
  • Compatible con socket AM4.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

AMD Ryzen 5 3600 por 212,99 euros

Un procesador con un IPC muy alto que suma 6 núcleos y 12 hilos. Está preparado para mover cualquier juego actual de forma totalmente óptima, y debería aguantar bastante bien la transición que marcarán PS5 y Xbox Scarlett.

  • Arquitectura Zen 2 en proceso de 7 nm.
  • Seis núcleos y doce hilos a 3,6 GHz-4,2 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipset B350 y superiores.
  • 32 MB de caché L3.
  • TDP de 65 vatios.
  • Compatible con socket AM4.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

Intel Core i5 9600K por 239,90 euros

Es un chip interesante porque cuenta con seis núcleos físicos, tiene un IPC muy alto y soporta overclock. Con un buen sistema de disipación podremos llevarlo a los 5 GHz, una frecuencia inalcanzable para los Ryzen que se traduce en un rendimiento bruto enorme.

  • Seis núcleos y seis hilos a 3,7 GHz-4,6 GHz, modo normal y turbo.
  • Socket LGA 1151 con chipset serie 300.
  • Arquitectura Coffee Lake Refresh.
  • Multiplicador desbloqueado (overclock con chipset serie 300 «Z»).
  • TDP de 95 vatios.
  • 9 MB de caché inteligente.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

Qué procesador comprar en 2019: hasta 400 euros.

Cuando entramos en niveles tan altos la relación calidad-precio de los procesadores se empieza a reducir de forma considerable. Personalmente no os recomiendo ir más allá de este rango de presupuestos salvo que tengáis la intención de utilizar vuestro PC para trabajar con aplicaciones muy exigentes.

AMD Ryzen Threadripper 1920X por 267,99 euros

Threadripper 2

Un procesador HEDT que ofrece un alto IPC y suma 12 núcleos y 24 hilos. Ideal tanto para jugar como para trabajar con aplicaciones que requieran de una elevada carga de paralelizado y que puedan, por tanto, aprovechar sus 24 hilos.

  • Arquitectura Zen en proceso de 14 nm.
  • 12 núcleos y 24 hilos a 3,5 GHz-4 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipset X399 y superiores.
  • 32 MB de caché L3.
  • TDP de 180 vatios.
  • Compatible con socket sTR4.

AMD Ryzen 7 3700X por 345,89 euros

Un procesador de 8 núcleos y 16 hilos que ofrece un IPC muy alto, soporta overclock y está preparado para hacer frente a cualquier carga de trabajo, aunque da lo mejor de sí en juegos. Está preparado para afrontar con todas las garantías la transición que supondrán PS5 y Xbox Scarlett, y para ofrecer una buena experiencia en entornos profesionales.

  • Arquitectura Zen 2 en proceso de 7 nm.
  • Ocho núcleos y dieciséis hilos a 3,6 GHz-4,4 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipset B350 y superiores.
  • 32 MB de caché L3.
  • TDP de 65 vatios.
  • Compatible con socket AM4.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

Intel Core i7 9700K por 374,99 euros

Estamos ante un procesador de gama alta que viene con ocho núcleos y ocho hilos. Gracias a su IPC, que es muy alto, ofrecen un excelente rendimiento, y su multiplicador desbloqueado le permite alcanzar sin problemas los 5 GHz.

  • Ocho núcleos y ocho hilos a 3,6 GHz-4,9 GHz, modo normal y turbo.
  • Socket LGA 1151 con chipset serie 300.
  • Arquitectura Coffee Lake Refresh.
  • Multiplicador desbloqueado (overclock con chipset serie 300 «Z»).
  • TDP de 95 vatios.
  • 12 MB de caché inteligente.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

Qué procesador comprar en 2019: hasta 600 euros.

Saltamos a un nivel que, como anticipamos, solo es recomendable si tenemos previsto utilizar el equipo para ejecutar aplicaciones profesionales que requieran de un elevado número de núcleos e hilos. En caso de que solo tengamos pensado jugar los modelos aquí listados no os ofrecerán ninguna ventaja que justifique la inversión que representan.

Intel Core i9 9900K por 489,90 euros

Este procesador es el más potente que tiene Intel en el mercado de consumo general. Suma 8 núcleos y 16 hilos, tiene un IPC muy alto y gracias al overclock alcanza sin problemas los 5 GHz.

  • 8 núcleos y 16 hilos a 3,6 GHz-5 GHz, modo normal y turbo.
  • Socket LGA 1151 con chipset serie 300.
  • Arquitectura Coffee Lake Refresh.
  • Multiplicador desbloqueado (overclock con chipset serie 300 «Z»).
  • TDP de 95 vatios.
  • 16 MB de caché inteligente.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

AMD Ryzen 9 3900X por 549,90 euros

Un procesador con un IPC muy alto que suma 12 núcleos y 24 hilos. Su rendimiento es excelente en todos los ámbitos, aunque da lo mejor de sí con aplicaciones profesionales que puedan sacar partido a todos sus núcleos-hilos.

  • Arquitectura Zen 2 en proceso de 7 nm.
  • 12 núcleos y 24 hilos a 3,8 GHz-4,6 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipset B350 y superiores.
  • 64 MB de caché L3.
  • TDP de 95 vatios.
  • Compatible con socket AM4.
  • Se lleva bien con tarjetas gráficas de gama media y gama alta.

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