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Cómo elegir la memoria RAM: todo lo que debes saber para acertar

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La memoria RAM es uno de los pilares básicos de cualquier PC. Este componente realiza tareas importantes dentro del equipo y juega un papel delimitador, ya que si no tenemos una cantidad determinada no podremos ejecutar ciertas aplicaciones, y tampoco podremos completar ciertas cargas de trabajo con fluidez.

¿No sabes qué es la memoria RAM? Pues tranquilo, te lo explicamos en un momento. Se trata de un componente conocido como «Memoria de Acceso Aleatorio«, que utiliza un formado de tipo modular basado en un PCB alargado donde se asientan varias pastillas de chips, que son los que contienen una determinada cantidad de memoria de tipo volátil (se pierden los datos que almacena cuando se apaga el PC).

¿Y cómo funciona la memoria RAM? Es muy sencillo, este componente se instala en la placa base utilizando unas ranuras que están situadas, normalmente, en los laterales de la CPU. No todas las placas base utilizan la misma distribución ni tienen el mismo número de ranuras para la memoria, pero la manera en la que trabaja dicho componente sigue siendo exactamente la misma: almacena, de forma no persistente, datos e instrucciones que han pasado previamente por otros componentes, como el procesador, y los mantiene para que cualquier componente que los necesite pueda acceder a ellos sin tener que repetir ningún ciclo de trabajo.

Vamos con un ejemplo sencillo que nos ayudará a entender mejor la importancia de la memoria RAM. Imagina que trabajas con un compañero que realiza traducciones en tiempo real de varias personas, tienes que tomar notas en una libreta para que el resultado de esas traducciones no se pierda, y para que tu compañero pueda recuperar partes de ellas cuando lo necesite. Pues bien, tú serías la memoria RAM y tu compañero podría ser la CPU. Si no eres capaz de escribir en esa libreta lo bastante rápido estarás lastrando a tu compañero (velocidad de la RAM), y si te quedas sin espacio en la libreta (capacidad de la RAM) no podrás seguir anotando traducciones.

Hemos visto, de un plumazo y con una gran sencillez, cómo trabaja la memoria RAM y hemos aprovechado, de paso, para explicaros por qué es importante la capacidad y la velocidad de la memoria RAM que tengamos instalada. Volvamos sobre el ejemplo anterior, ¿qué os parece más importante, la capacidad de la libreta o la velocidad al escribir? La capacidad, ¿verdad? En efecto, a la hora de hablar de la memoria RAM lo que más nos limita es la capacidad de la misma, ya que es un factor delimitador clave a la hora de ejecutar aplicaciones y juegos.

Veámoslo con otro ejemplo. Piensa en un juego que requiere 8 GB de RAM, pero que para funcionar de forma óptima necesita 16 GB de RAM. Un usuario con 8 GB de memoria RAM a 2.666 MHz podría ejecutarlo sin problemas, pero un usuario con 4 GB de memoria RAM a 4.000 MHz probablemente no pueda ni siquiera llegar a iniciarlo. La cantidad prima sobre la velocidad por una razón muy sencilla, y es que, como os hemos anticipado, es el valor principal que determina lo que podremos y lo que no podremos hacer.

En relación con el ejemplo anterior, la idea es muy simple, no podrás escribir una traducción que requiere de unas páginas determinadas si la libreta no es lo bastante grande. Con la memoria RAM ocurre lo mismo, esta no podrá almacenar las instrucciones y datos necesarios para mover un juego o una aplicación si no tiene una capacidad determinada.

¿Y qué ocurre con los datos e instrucciones almacenados en la memoria RAM? Pues que una vez que dejan de ser necesarios se eliminan para liberar espacio y poder ejecutar otros juegos y aplicaciones. Cuando apagamos el equipo la memoria RAM se vacía por completo ya que, como anticipamos, es un tipo de memoria volátil. Es como si la libreta se quedase en blanco y pudieras volver a escribir en todas sus páginas.

¿Cuánta memoria RAM necesita un PC?

Lo primero que debemos tener claro a la hora de elegir cuánta memoria RAM necesitará nuestro PC es, precisamente, el uso que vamos a darle. Obviamente no necesitas la misma cantidad de RAM para montar un PC dedicado a navegación web y multimedia que para uno centrado en juegos de última generación.

Aunque podemos encontrar algunas variables menores, hoy por hoy podemos fijar un total de cinco baremos recomendados que determinan la cantidad de memoria RAM que deberemos montar en función del uso que vayamos a darle a nuestro equipo.

  • Ofimática básica, navegación por Internet y contenidos multimedia, sin multitarea: el mínimo será de 2 GB de RAM.
  • Ofimática a nivel medio, navegación por Internet, contenidos multimedia y multitarea ligera: es imprescindible contar, al menos, con 4 GB.
  • Ofimática a nivel avanzado, navegación por Internet, contenidos multimedia, multitarea media y juegos: debemos contar con 8 GB.
  • Trabajo con aplicaciones exigentes, multitarea avanzada y juegos de nueva generación: lo ideal son 16 GB. Esta cantidad es, precisamente, la que necesita un PC para sobrevivir a PS5 y Xbox Series X.
  • Edición de vídeo y de fotografía a nivel profesional, creación de contenidos, virtualización avanzada y ejecución de aplicaciones exigentes: recomendable contar con 32 GB.

La memoria RAM es un componente económico y fácil de actualizar que puede marcar una gran diferencia, así que no te preocupes si montas una cantidad determinada y tus necesidades cambian a corto, medio o largo plazo. Si tu placa base tiene ranuras libres podrás instalar más módulos y ampliar la capacidad. En caso de que no tengas ranuras libres debes buscar un nuevo kit de memoria con el que sustituir tu configuración actual.

Por ejemplo, si tienes montado un kit de 4 GB en dos módulos de 2 GB cada uno, pero quieres disfrutar de juegos actuales y tu placa base solo tiene dos ranuras de memoria no tendrás más remedio que sustituir ese kit por uno de 8 GB en dos módulos de 4 GB cada uno, o por uno de 16 GB en dos módulos de 8 GB cada uno. ¿No sabes cuánta memoria tienes ni a qué velocidad funciona? Pues mira este artículo.

Antes de lanzarte a elegir la memoria RAM que vas a montar en tu PC te recomiendo que tengas en cuenta las ranuras que tiene disponibles en tu placa base y la capacidad máxima de esta, y que hagas una previsión de tus necesidades a corto y medio plazo. Por ejemplo, si quieres montar un PC para juegos que no tengas que actualizar durante un largo tiempo, lo ideal sería montar directamente 16 GB de memoria RAM, y no 8 GB. Ten en cuenta que más memoria RAM no siempre equivale a mayor rendimiento, es uno de los mitos más extendidos.

Tipos de memoria RAM: velocidades, latencias y configuración

Ya tenemos claro el apartado de la cantidad de memoria RAM que necesitaremos en función del uso que vayamos a darle a nuestro PC, así que ahora estamos listos para entrar a ver otras tres claves importantes que determinarán el rendimiento bruto que ofrecerá dicho componente.

Una vez que hemos llegado al nivel recomendado de cantidad memoria que vamos a necesitar, pasamos a valorar la velocidad de la misma. La memoria RAM se divide actualmente en un total de cuatro grandes estándares. Aunque algunos de ellos han quedado obsoletos, todavía se siguen comercializando y tienen una tasa de uso bastante elevada, una realidad que es consecuencia directa de lo bien que han envejecido los procesadores Intel Core serie 2000, 3000 y 4000, basados en las arquitecturas Sandy Bridge, Ivy Bridge y Haswell.

Sin más, vamos a echar un vistazo a los diferentes estándares de memoria RAM que existen a día de hoy. Tened en cuenta que estos estándares no son retrocompatibles entre sí.

  • Memoria DDR: podemos calificarla como la «abuela», ya que es la versión más antigua. Se utiliza en equipos que montan procesadores Pentium 4 y Athlon en sus generaciones más antiguas. Su frecuencia alcanza los 400 MHz.
  • Memorias DDR2: es un tipo de memoria que todavía está bastante extendida ya que se utilizaron en equipos con sockets LGA775 y AM2, dedicados a los (todavía capaces) procesadores Core 2 Duo-Core 2 Quad y Phenom. Tienen frecuencias de hasta 1.066 MHz.
  • Memorias DDR3: la antecesora de la DDR4. Todavía se comercializa y tiene una fuerte presencia porque se ha utilizado con los sockets LGA1150 (Core 4000) y AM3+ (FX). Lo normal es encontrar kits a 2.133 MHz y 2.400 MHz, aunque algunos fabricantes han superado esos valores.
  • Memorias DDR4: es el estándar actual y el que mayor rendimiento y eficiencia ofrece. Están disponibles en frecuencias que parten de los 2.133 MHz y superan, sin problemas, los 4 GHz.

Está claro que si vamos a montar un PC nuevo debemos buscar memoria RAM DDR4. Si quisiéramos jugar, sabemos que tenemos que montar al menos 8 GB, y que lo ideal serían 16 GB, ¿pero a qué velocidad? ¿Debería comprar un kit de dos módulos o solo un módulo? Vamos a responder a ambas preguntas de una manera sencilla y fácil de entender.

La velocidad de la memoria RAM determina la rapidez a la que es capaz de trabajar y fija, junto con el bus de datos, su ancho de banda. Contar con un mayor ancho de banda se traducirá en un rendimiento mucho mayor, ya que las transferencias de datos e instrucciones, y las comunicaciones, se realizarán en menos tiempo, y las operaciones de almacenar, borrar y realmacenar nueva información y datos se completarán con mayor rapidez.

Esto quiere decir que una memoria RAM más rápida siempre será mejor que una más lenta, pero debemos tener en cuenta que hay un margen a partir del cual ya no resulta rentable comprar memorias más rápidas. Es una cuestión compleja, ya que se encuentra ligada a las particularidades del procesador que vayamos a montar, pero de nuevo podemos establecer una serie de criterios que os servirán como base a la hora de elegir.

  • Procesadores Ryzen 1000 y familia Zen: el nivel óptimo empieza a partir de los 2.933 MHz, y toca techo en los 3.200 MHz.
  • Procesadores Ryzen 2000 y familia Zen+: los niveles óptimos son los mismos que hemos dado anteriormente.
  • Procesadores Ryzen 3000 y familia Zen 2: el nivel óptimo empieza en los 3.200 MHz, y toca techo en los 3.866 MHz.
  • Procesadores Ryzen 5000 y familia Zen 3: en este caso se mantiene un nivel muy similar al que hemos visto en los Ryzen 3000, aunque AMD ha confirmado soporte de memorias de hasta 4.000 MHz
  • Procesadores Intel Core 8000 y 9000: el nivel óptimo empieza en los 3.000 MHz, pero lo ideal es llegar a los 3.200 MHz.
  • Procesadores Intel Core 10000: se mantienen los valores del caso anterior, aunque llegar a los 3.600 MHz puede marcar una diferencia sustancial en algunos casos (juegos CPU dependientes, por ejemplo).

Obvia decir que montar memorias que superen los valores recomendados puede acabar mejorando el rendimiento final, sobre todo en ciertos escenarios, pero la relación rendimiento por euro invertido se reduce de forma notable, lo que hace que la inversión no merezca realmente la pena, así que tenedlo muy en cuenta.

Hemos hablado de la velocidad, pero también del bus de de esta. No os preocupéis, no nos hemos olvidado de ello, vamos a explicaros todo lo que debéis saber. Cuando conectamos un único módulo de memoria RAM a una placa base éste trabaja sobre un bus de 64 bits, lo que significa que su ancho de banda es muy limitado. Sin embargo, al instalar dos módulos de memoria RAM la cifra sube a 128 bits. Esto es lo que se conoce como modo de doble canal.

Las placas base de consumo general soportan configuraciones de doble canal, pero en las versiones para equipos profesionales podemos encontrar soporte de cuádruple, séxtuple y hasta óctuple canal. El doble canal marca una gran diferencia en equipos con GPUs integradas, ya que estas recurren a la memoria RAM y utilizan una parte de ella como memoria VRAM, y también afecta de forma considerable al rendimiento en juegos CPU dependientes, y en procesadores con una marcada dependencia de la RAM.

Si vamos a montar un nuevo PC y queremos maximizar el rendimiento lo ideal sería, por tanto, montar un kit de dos módulos para activar el doble canal, y mantenernos dentro de las cantidades y velocidades óptimas que hemos visto según el uso que vayamos a dar al equipo.

Nos queda todavía un tercer punto que debemos analizar, la latencia. Cuando hablamos de latencia estamos haciendo referencia al retardo que experimenta la memoria a la hora de realizar determinadas operaciones. Por ejemplo, cuando tiene que leer datos, se produce un pequeño retardo en el tiempo de acceso a estos, eso sería la latencia. Afecta al rendimiento y se relaciona de forma directa con la velocidad de trabajo, ya que normalmente las memorias más rápidas tienen latencias más elevadas.

Al contrario de lo que pueda parecer, su impacto real en el rendimiento final no es tan grande como cabría pensar, salvo en casos muy extremos (frecuencias bajas y latencias elevadas). Por ello, debemos priorizar siempre la cantidad de RAM y la velocidad y dejar, como punto final, las latencias. Siempre me gusta poner un ejemplo para ilustrar esta realidad, y hoy no voy a hacer una excepción:

  • DDR3 a 2.000 MHz con latencias CL9: 9 nanosegundos.
  • DDR3 a 1.800 MHz con latencias CL8: 8,96 nanosegundos.

Como podéis ver la diferencia entre una y otra es mínima, y lo mismo ocurriría con unas memorias DDR4 a 3.200 MHz con latencias CL14 y otras a 3.600 MHz con latencias CL16.

Otras cosas a tener en cuenta: calidad, diseño y acabados de la memoria RAM

De todo lo anterior podemos sacar en claro que, a la hora de elegir la memoria RAM para nuestro PC, debemos valorar el estándar que vamos a utilizar, la cantidad que necesitaremos en función del uso que le vayamos a dar, las velocidades mínimas de las que debemos partir, la importancia del doble canal en ciertas situaciones y el papel que juegan las latencias.

Todo eso forma la base sobre la que debemos construir la elección de la memoria RAM, pero también hay otros aspectos importantes que debemos tener en cuenta si queremos afinar al máximo dicha elección y acertar cuidado hasta el más mínimo detalle.

Si echamos un ojo al mercado de la memoria RAM veremos que hay una gran variedad de kits distintos que no solo se diferencian por la capacidad, la velocidad y las latencias, también se distinguen por su diseño, su calidad de construcción, su factor de forma y por otros aspectos puramente estéticos, como la presencia de iluminación LED RGB.

Fabricantes como Corsair, por ejemplo, dividen su catálogo de soluciones de memoria RAM en diferentes gamas que cubren prácticamente todos los niveles del mercado actual. Por ejemplo, dentro de su catálogo de soluciones de memoria RAM para consumo general podemos encontrar la serie «Value Select», que resultan muy económicas. Un peldaño por encima se encuentra la serie VENGEANCE LPX, una de mis favoritas por el buen valor precio-prestaciones que ofrecen, y por el buen soporte y compatibilidad que ofrecen tanto con procesadores Ryzen como con sistemas de refrigeración de gran tamaño, gracias a su bajo perfil.

En la categoría «alto rendimiento» se encuentra la serie VENGEANCE RGB PRO, que ofrece un alto nivel de prestaciones y cuida tanto la calidad de construcción como el diseño, ya que incorporan sistemas de refrigeración de alta calidad y cuentan con iluminación LED RGB totalmente personalizable. Justo en lo más alto posiciona la serie DOMINATOR PLATINUM RGB, que utilizan un diseño único y tienen una calidad «premium», gracias a la utilización de un sistema de refrigeración de alto rendimiento construido en aluminio y zinc, y a la inclusión de iluminación LED RGB Capellix.

No hay duda de que la calidad de construcción, el diseño y la iluminación LED RGB son tres elementos que pueden marcar una gran diferencia, y que obviamente conllevan un coste adicional. Si tienes un presupuesto ajustado pero quieres disfrutar de un buen nivel de rendimiento, la gama VENGEANCE LPX sería tu mejor opción. Por contra, si tienes un presupuesto menos limitado y quieres darle un toque de color a tu PC, la serie VENGEANCE RGB PRO sería una buena opción. La familia DOMINATOR PLATINUM RGB quedaría como una buena alternativa para aquellos con un buen presupuesto que quieran lo mejor del mercado.

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