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Análisis

Lexus UX 300e, batallas

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If you wanna run away with me, I know a galaxy Dua Lipa (Levitating, Future Nostalgia 2020)

Despertar. Tengo las manos sumergidas en barro. Tierra bajo las uñas. La espalda húmeda. Sin moverme abro los ojos. La lluvia cae sobre mi, estoy boca arriba. Veo las gotas descender con una lentitud fantasmal, sin pausa, golpeando todo mi cuerpo, formando pequeños charcos en mi ropa. Huelo a humo y a carne quemada así que decido no apartar la mirada del cielo oscuro que sigue derramando agua. Un sabor metálico. Sin dejar de mirar al cielo limpio mi mano derecha sobre mi chaqueta y toco con los dedos la comisura de los labios. Entonces noto el dolor y paso mi mano con cuidado sobre la cabeza y la pongo delante de los ojos. Es sangre. Dejo caer la mano otra vez sobre el barro. Y me doy cuenta que no recuerdo qué hago aquí. No se quien soy. Intento forzar mi memoria y se me acelera el pulso. Algo dentro de mi me dice que me lo tome con calma, que no tenga prisa, así que cierro los ojos. Muy fuerte. Pero sigo viendo cómo caen las gotas, sigo imaginando el cielo gris y lo siento como algo que siempre va a ser así. Yo tumbado bajo la lluvia y el cielo oscurecido por las nubes. No necesito saber más.

Entonces me da por pensar que los primeros ojos que se abrieron lo hicieron desde un charco. El primer proyecto de mamífero, el primer ser que se arrastró sobre la tierra miró hacia el cielo por primera vez mojado y embarrado. Y seguramente pensaría lo mismo que yo. Que ese cielo estaría ahí siempre. Empapándole. Estoy bien en este charco y renuncio a cruzar el umbral que me lleve a pensar en el pasado o en el futuro. Solamente hay lluvia y barro y eso… está bien. Pero alguien me sujeta fuerte del brazo. En un idioma que no es el mío pero que entiendo grita «¡He encontrado a otro!». Abro los ojos. Es un soldado vestido de camuflaje que me apunta con su ametralladora. Me arranca algo de la solapa del cuello de la chaqueta. Lo tira al suelo. Lo pisa. Escupe sobre él. Entre el barro puedo distinguir las dos eses blancas sobre fondo negro. El ruido seco de una explosión. Algo más fuerte que una gota de agua me golpea el pecho. Y solamente entonces es cuando lo recuerdo… todo. Y el cielo se marcha.

Desde el 1997 Toyota, la casa madre de Lexus que se convirtió en su marca de referencia para el mercado premium, ha sido sin duda una de las pioneras del mercado de la automoción para la implantación de los coches con propulsión híbrida gasolina / eléctrica convirtiendo su modelo Prius en todo un éxito. Esta apuesta se ha visto reflejada totalmente en la gama de la propia Lexus en los que la propulsión híbrida es la opción privilegiada.

Modelo analizado Lexus UX
Motor y acabado 300e ECO
Potencia 204 CV
Velocidad máxima16 160 kmh
Aceleración o-100 7,5 s
Largo/ancho/alto 4495/1840/1545 mm
Potencia máxima RPM  204 CV 5.750 rpm
Par máximo Nm/RPM 300 Nm
Caja de cambios Automática
Web https://www.lexus.es/
Precio 49.900  euros (sin contar ayudas estatales)

 

Con la llegada de la revolución del coche eléctrico y la apuesta decidida de gobiernos e instituciones por estas motorizaciones Toyota se ha visto en un territorio que por un lado conoce bien ya que lleva casi 25 años lidiando con motores eléctricos y baterías para conseguir consumos y emisiones más contenidos pero que por otro supone un cambio de modelo con respecto a su apuesta híbrida. Quizás por esto último hasta hace poco y a diferencia de otros fabricantes no se ha conocido del todo cuál es el camino de Toyota y Lexus hacia la electrificación 100% y uno de los primeros pasos de esta nueva ruta es precisamente el Lexus UX 300e.

Aventuras eléctricas

Quizás resulte algo chocante que en Japón hayan elegido a Lexus para mostrar su primer vehículo eléctrico comercial al mercado, pero dado el precio de estos coches y que marcas como BMW o Mercedes también hayan comenzado su andadura en este mercado quizás la apuesta por un modelo más premium sea un movimiento estratégico que busque presencia en un mercado que aún consideren que no va a explotar para los compradores de coches más asequibles.

Eso sí, al parecer solamente tendremos que esperar a 2022 para ver el primer modelo eléctrico de Toyota que, quizás no por casualidad, también se tratará de un SUV. En el caso del UX eléctrico Lexus ha apostado por utilizar una plataforma conocida y que está recibiendo bastante cariño por parte del mercado y modificar lo mínimo para adaptarlo a la motorización totalmente eléctrica. Ya tuvimos la ocasión de probar el UX con motorización híbrida y las diferencias estéticas visto desde el exterior son casi inapreciables y el tamaño idéntico.

Como ya comentamos en la prueba del UX híbrido, las líneas de este modelo tienen todas las señas de identidad de los nuevos diseños de Lexus pero quizás con un aire más urbano, quizás por el tamaño del coche. Lo primero que llama la atención es la amplia parrilla delantera, que en el caso de este modelo en concreto no está destinada a refrigerar el motor. La parte inferior de la parrilla sí que tiene la función de refrigerar el aire destinado al enfriamiento de las baterías.

Rejilla sin uso

En este caso y para mejorar la aerodinámica del coche, muy importante para contener los consumos y aumentar la autonomía, esta parte inferior de la rejilla dispone de unas compuertas que se abren y cierran según la temperatura del sistema. Lo que si encontraremos es la portezuela de la toma de carga en la parte derecha del coche de forma rectangular, a diferencia de la portezuela redonda en la parte izquierda para el repostaje de combustible que encontramos en la versión híbrida.

Además de la chapa con el nombre del modelo la única otra diferencia es el diseño de los radios que cuentan con elementos para disminuir la resistencia aerodinámica. El resto del diseño tiene la misma interesante combinación entre toques urbanos y deportivos que luce el UX y que le dan una personalidad única a este SUV compacto que le distingue del resto de la gama de modelos con carrocería tipo todoterreno de la que dispone la marca japonesa.

El interior del Lexus UX 300e también es prácticamente igual que la de su hermano híbrido. El renovado y modernizado diseño del interior se adapta muy bien a esta versión eléctrica además de los acabados de calidad y las terminaciones cuidadas que siempre distinguen a los modelos de esta marca. Curiosamente el panel de instrumentos ha cambiado y parece menos sofisticado que el de la versión híbrida que probamos ya que algunos indicadores como el nivel de carga son analógicos. Depende del acabado que se escoja.

Información eléctrica

En general tanto en el panel de instrumentos como en el sistema de información y entretenimiento encontraremos la información habitual de carga y programación del repostaje pero algo escasa con respecto a otros modelos de la competencia. Por lo demás las plazas delanteras son muy cómodas y la postura de conducción excelente, con buena visibilidad  y con acceso fácil a todas las funciones necesarias. El único inconveniente es que hay que acostumbrarse al panel de Lexus junto a la palanca de cambios para manejar el sistema de información y entretenimiento en vez de la pantalla táctil que encontramos en modelos de otros fabricantes.

Las plazas traseras son más sacrificadas, al igual que en el UX híbrido, pero en el caso de este modelo algo más porque la altura hasta el techo es menor. Esto se debe a que las baterías son mucho más grandes que en un sistema híbrido y los ingenieros han tenido que colocarlas en parte bajo la banqueta trasera elevándola un poco. Al elevarse el suelo también hay que llevar las piernas más flexionadas que en el la otra versión de este modelo.

Si las plazas traseras se ven afectadas con el cambio de motorización, pasa lo mismo con el maletero pero en esta ocasión curiosamente es un cambio a mejor. Al poder prescindir del depósito de gasolina el espacio de carga aumenta de los 320 litros a los 367 en el Lexus UX300e. No es una gran diferencia a primera vista pero sí que permite mejorar una de las limitaciones que nos encontrábamos en este pequeño y estiloso SUV japonés.

Datos técnicos

Antes de ponernos al volante para la prueba vamos a repasar algunas características técnicas de este Lexus UX 300e. El motor eléctrico rinde 204 caballos y 300 Nm de par mientras que la batería tiene una capacidad de 54 kWh lo que le proporciona una autonomía homologada por el ciclo WLTP de 315 kilómetros. Este decisión de no dotar al coche con una batería mayor coloca a este modelo con otros como el Mazda MX-30 o el Peugeot 2008 eléctrico en la categoría de SUV eléctricos pensados para la ciudad y no para viajar.

El que este modelo está orientado para trayectos urbanos también queda claro por la decisión del fabricante japonés de limitar la potencia de carga máxima a 50 kW por corriente continua lo que en un futuro y cuando estén disponibles los cargadores ultrarrápidos tendrán limitada la velocidad de repostaje. En corriente alterna también se limita la velocidad de carga máxima a los 6,6 kW independientemente de la capacidad del cargador al que conectemos el coche.

Aunque pueda parecer que se adopta tecnología obsoleta lo cierto es que tanto la decisión del tamaño de las baterías como de la velocidad de carga están destinadas a contener el precio de esta versión. Lexus quiere orientar su gama UX para que sea relativamente asequible y la decisión de adoptar sistemas más caros como refrigeración líquida, baterías más grandes o un sistema de carga más rápido harían que el modelo subiera mucho su precio.

Batería pequeña

Por otro lado elegir un sistema de baterías más pequeño tiene grandes repercusiones también en el peso del coche y por lo tanto en el consumo del mismo. Por poner un ejemplo el modelo ID.4 de Vokswagen con una batería de 77 kWh y con un tamaño algo mayor que el UX tiene un peso de 2.124 kilos, mucho mayor que los 1.785 que pesa el modelo de Lexus. Otro debate distinto sería el del precio, superior en el caso del modelo japonés, pero aquí entran otros factores como los acabados y calidad de materiales.

Al poner en marcha el Lexus UX 300e no notamos demasiada diferencia con respecto al modelo híbrido, ya que en ambos casos lo que activaremos es el motor eléctrico. La diferencia la encontramos al pisar el acelerador. Por un lado no escuchamos el ruido del motor de explosión interviniendo para propulsar el coche y por el otro la diferencia de aceleración es notable. Enseguida notamos el empuje de todos los caballos y el par a disposición del pedal de aceleración. El resultado sobre el papel es que este modelo tarda en alcanzar los 100 kilómetros por hora desde parado en 7,5 segundos mientras que el modelo híbrido con apenas 20 caballos menos tarda 8,7.

Gracias a la excelente insonorización y los materiales elegidos la sensación de suavidad y confort es muy grande. Las modificaciones de los ingenieros para adaptarse al mayor peso del coche se notan tanto en el mantenimiento de la alta calidad de rodadura en terrenos más accidentados como en la buena respuesta del coche en trayectos virados. La respuesta es muy progresiva y suave en curva con una adherencia excelente, como suele pasar con los coches eléctricos por su bajo punto de gravedad.

Garra sorprendente

El resultado de esta combinación es un tacto deportivo inédito, bastante más alto que en modelo híbrido que además tiene el hándicap (subjetivo, lo reconozco) del cambio de marchas automático clásico de los híbridos de Toyota. El coche dispone de cuatro niveles de retención y regeneración de energía para el motor eléctrico. A diferencia de modelos de la competencia la retención máxima no permite conducir con un solo pedal ya que no detiene el coche y en cualquier caso retiene menos que la mayoría de ellos con lo cual tendremos que hacer mayor uso del pedal del freno.

El sistema tiene tres modos de funcionamiento: eco para aumentar la autonomía, normal y Sport que entrega el máximo de las prestaciones. Para cambiar de modo encontraremos el clásico selector en forma de cilindro incrustado en un lateral del panel de instrumentos que ya encontramos en otros modelos de la marca. Hay que señalar que si realizamos una conducción tranquila los consumos en ciudad se pueden mantener en los 15 kW para maximizar la autonomía. Con una conducción en carretera y más alegre podemos llegar a 24 y 25 kW.

Conclusiones

La primera apuesta de Toyota y Lexus por un SUV totalmente eléctrico está claro que está llena de estilo. Realizar una versión del Lexus UX con esta motorización parece un acierto completo, su estética moderna y urbana casa perfectamente con las características de este tipo de motorizaciones. Además ese espíritu deportivo se ve acentuado con unas prestaciones excelentes que no se pueden comparar con las de un Tesla o un Ford Mustang Match-e pero que sin duda son mucho más intensas que en la versión híbrida de 184 caballos.

Ya hemos explicado suficientemente la razón de las decisiones tecnológicas adoptadas por el fabricante japonés y que tienen que afrontar por otro lado todos los fabricantes que apuestan por este tipo de modelos. Son decisiones que afectan a las características del coche y que tendremos que mirar muy atentamente para decidir si el modelo se adapta a nuestras necesidades. Son factores que poco a poco tendremos que aprender a tener en cuenta al igual que lo hacemos, por ejemplo, al elegir una motorización de gasolina o diesel. En cualquier caso este Lexus UX 300e nos ha parecido un coche muy conseguido, suave y confortable con grandes toques de estilo y un buen primer paso por parte de Toyota y Lexus.

Valoración final
8.3 NOTA
NOS GUSTA
Dieño moderno y dinámico
Muy buenos acabados y materiales
Gran confort de marcha
Excelente insonorización
A MEJORAR
Baja autonomía
Plazas traseras pequeñas
RESUMEN
Este nuevo Lexus UX 300e es un coche confortable y bien acabado con un tacto deportivo notable y buenas prestaciones. Solamente le faltaría una mayor autonomía y capacidad de carga para trascender su uso urbano.
Prestaciones8.5
Diseño8
Consumo8.5
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento8

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