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Qué procesador Ryzen 7000 necesito: consejos y recomendaciones de compra

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Los Ryzen 7000 ya están disponibles en el mercado. Si eres de los que llevaba tiempo esperando el lanzamiento de estos nuevos procesadores es muy probable que ya estés pensando en el PC que te vas a montar con ellos, o quizá lo estés enfocando como una renovación parcial de tu equipo. En este último caso debes tener en cuenta que será una renovación importante, ya que tendrás que cambiar como mínimo placa base y RAM.

En nuestro análisis de los Ryzen 5 7600X y Ryzen 9 7900X ya os conté las claves más importantes de esta nueva generación y todo lo que debéis saber en materia de rendimiento, consumo y temperaturas, pero sé que todavía hay gente con muchas dudas que no termina de tener claro cuál de los cuatro procesadores disponibles se ajusta mejor a sus necesidades, qué placa base debería comprar, qué kit de memoria RAM es el ideal y qué sistema de refrigeración necesitará para mantener la CPU bajo control.

Puedo confirmaros que estoy preparando un análisis de los Ryzen 7 7700X y Ryzen 9 7950X, pero que por una cuestión de tiempo voy a tardar unos cuantos días en poder publicarlos. Con todo, empezar a probarlos ya me ha dado la base que necesito para dar forma a esta guía que tenía en mente desde hacía semanas, y creo que es un buen momento para compartirla con vosotros.

Voy a mantener un enfoque claro, sencillo y bien definido para que os resulte útil y fácil de consultar, pero si al terminar de leerla tenéis cualquier duda podéis dejarla en los comentarios y estaré encantado de ayudaros a resolverla. Sin más preámbulos poneos cómodos, que empezamos.

¿Vale la pena actualizar a un Ryzen 7000?

En la mayoría de los casos sí, merece la pena porque esta generación de procesadores mejora de rendimiento notable incluso frente a los Ryzen 5000, y porque al saltar a los Ryzen 7000 empezaremos a disfrutar de todas las ventajas que ofrece una plataforma de última generación, incluyendo el soporte de memoria DDR5, la conectividad Wi-Fi 6E integrada y la compatibilidad con el estándar PCIe Gen5.

Sin embargo, todo esto debe ir contextualizado en función de las necesidades de cada uno, de nuestro presupuesto del uso que vayamos a darle al equipo y del punto de partida, es decir, del hardware que tengamos actualmente. Por ejemplo, si tenemos un Ryzen 3000 o anterior, actualizar a un Ryzen 7000 supondrá un salto tan grande en términos de rendimiento que hará que la inversión que tenemos que realizar compense de sobra.

Piensa que la diferencia entre un Ryzen 7000 y un Ryzen 3000 en juegos bajo resolución 1080p es de entre un 30% y un 40%, dependiendo de la configuración del equipo y del juego utilizado. Sin embargo, si partimos de un Ryzen 5000 la diferencia se reduce a un 18% de media en 1080p, y a un 8% en 1440p. Creo que está claro lo que quiero decir, si solo vamos a utilizar el equipo para jugar y tenemos un procesador Ryzen 5000 la inversión necesaria para montar un Ryzen 7000 no nos compensará.

Por contra, si vamos a utilizar el equipo también para trabajar esa inversión sí que podría compensarnos, sobre todo si trabajamos con aplicaciones que tienen una alta dependencia de la memoria y que se beneficiarán por tanto del estándar DDR5. Al final es una cuestión muy compleja que depende de las particularidades de cada usuario, pero estoy seguro de que esta sencilla explicación os habrá ayudado a tenerlo mucho más claro. En resumen, y de forma general, a partir de un Ryzen 3000 saltar a un Ryzen 7000 ya sería una buena inversión.

¿Qué procesador Ryzen 7000 debería comprar?

Ahora mismo AMD tiene en el mercado un total de cuatro modelos perfectamente diferenciados tanto por precio como por gama:

  • Ryzen 5 7600X: suma 6 núcleos y 12 hilos a 4,7 GHz-5,3 GHz, modo normal y turbo. Tiene 32 MB de caché L3, 6 MB de caché L2 y un TDP de 105 vatios. Su precio es de 369 euros.
  • Ryzen 7 7700X: tiene 8 núcleos y 16 hilos a 4,5 GHz-5,4 GHz, modo normal y turbo. Dispone de 32 MB de caché L3, 8 MB de caché L2 y tiene un TDP de 105 vatios. Su precio es de 489 euros.
  • Ryzen 9 7900X: tiene 12 núcleos y 24 hilos a 4,7 GHz-5,6 GHz, modo normal y turbo, cuenta con 64 MB de caché L3, 12 MB de caché L2 y tiene un TDP de 170 vatios. Cuesta 669 euros.
  • Ryzen 9 7950X: el tope de gama, ya que cuenta con 16 núcleos y 32 hilos a 4,5 GHz-5,7 GHz, modo normal y turbo, tiene 64 MB de caché L3, 16 MB de caché L2 y un TDP de 170 vatios. Su precio es de 849 euros.

Los cuatro procesadores ofrecen un rendimiento monohilo prácticamente idéntico, esto es algo que he podido confirmar en mis pruebas, y por ello su desempeño en aplicaciones que no necesitan más de seis núcleos y doce hilos es muy similar. ¿Qué supone esto para ti? Pues muy sencillo, que si quieres montar un PC para jugar no vas a notar una diferencia importante entre montar un Ryzen 5 7600X y saltar a un Ryzen 7 7700X, o a otro superior.

Con esto en mente, está claro que el Ryzen 5 7600X sería la opción más inteligente dentro de la familia Ryzen 7000 si lo que queremos es montar un PC de alto rendimiento para juegos. Si embargo, si vas a utilizar tu equipo también para trabajar la cosa cambia, aunque todo dependerá del grado de paralelizado que necesites a nivel de CPU.

Por ejemplo, aquellos que jueguen, hagan streaming y tengan aplicaciones en segundo plano no necesitarán más de un Ryzen 7 7700X. Sin embargo, los que utilicen aplicaciones más exigentes capaces de paralelizar en una alta cantidad de núcleos e hilos deberían optar por el Ryzen 9 7900X o por el Ryzen 9 7950X.

¿Y qué hay de la memoria RAM, qué configuración es la ideal?

Esta pregunta es muy fácil de responder. Para que un Ryzen 7000 pueda desarrollar todo su potencial necesitaremos un kit de DDR5 a 6.000 MHz con latencias CL30, y esta deberá estar configurada en doble canal, obviamente. Esos valores se pueden alcanzar sin problemas a través de los perfiles AMD EXPO, que permiten hacer overclock y afinar latencias con un simple clic, así que no tendremos nada de lo que preocuparnos.

Es importante que tengáis en cuenta otras dos cosas más. La primera es que el kit debe ser de dos módulos, ya que si ocupamos cuatro ranuras la velocidad de la memoria se reducirá. Esto fue algo que confirmó la propia AMD, así que de momento debemos olvidarnos de utilizar configuraciones de memoria de cuatro módulos con la plataforma AM5 y los Ryzen 7000 si queremos poder llegar a ese nivel óptimo de 6.000 MHz.

En segundo lugar debemos tener presente que si la cantidad de memoria RAM que necesitaremos dependerá del uso que vayamos a darle al equipo. Así, si queremos un PC para jugar deberemos montar al menos 16 GB de DDR5, ya que ese será el nivel que nos permitirá jugar con garantías a juegos presentes y futuros (el mínimo a día de hoy siguen siendo 8 GB). Por contra, si vais a utilizar el PC para trabajar con aplicaciones que consuman bastante memoria RAM sería buena idea montar 32 GB de memoria RAM. Las configuraciones de más de 32 GB solo tienen sentido en casos muy concretos.

Tened en cuenta que si montáis memoria RAM a menos de 6 GHz y con latencias más altas los Ryzen 7000 funcionarán sin problema, pero el rendimiento que ofrecerán estos procesadores será más bajo debido al impacto que tiene la velocidad de la memoria y sus latencias. Esto es algo  que ya hemos visto también en las generaciones anteriores, así que no debería sorprendernos.

¿Necesito una placa base de gama alta para montar un Ryzen 7000?

En absoluto, aunque es cierto que los precios de la primera hornada de placas base AM5 con chipset X670 y X670E están siendo muy elevados. Dentro de la gama alta una de las placas base que mejor valor calidad-precio ofrece ahora mismo es la GIGABYTE AORUS ELITE AX, que está disponible por 380,47 euros y es una excelente opción para montar un procesador Ryzen 9 7900X o un Ryzen 9 75950X.

Si vamos a montar un Ryzen 5 7600X o un Ryzen 7 7700X yo esperaría a las placas base con chipset B650, ya que estas ofrecerán un valor más equilibrado para acompañar a esos dos procesadores, y tendrán precios más económicos. Con todo, tened en cuenta que al final todo dependerá también de vuestras necesidades y de los componentes que queráis utilizar.

En este sentido, debemos recordar que las placas base X670E son las que ofrecen el conjunto de prestaciones más completo, y soportan el estándar PCIe Gen5 tanto a nivel de GPU (en la ranura x16) como en una parte de las ranuras M.2 para unidades de almacenamiento. Por contra, las placas base con chipset X650 tendrán un soporte de dicho estándar mucho más reducido, y ofrecerán un nivel de prestaciones más limitado.

Con todo, tened claro que una placa base B650 tendrá todo lo necesario para cubrir las necesidades de la mayoría de los usuarios. Las placas base tope de gama, como la excelente GIGABYTE AORUS Master X670E que tuvimos la oportunidad de analizar recientemente, serán modelos que jugarán directamente en otra liga, tanto por calidad como por prestaciones y por precio. Con esto no quiero decir que no sean una opción a tener en cuenta, nada más lejos de la realidad, pero sí que estos modelos se dirigen a usuarios exigentes que vayan a utilizar configuraciones de gama alta y procesadores como el Ryzen 9 7900X o el Ryzen 9 75950X.

¿Qué hay del sistema de refrigeración y de la fuente de alimentación?

Antes del lanzamiento de los Ryzen 7000 vi numerosos rumores disfrazados de filtraciones que decían que estos procesadores generaban mucho calor, y que consumían tanto que iba a ser necesario cambiar la fuente de alimentación. Hay algo de verdad en esas dos afirmaciones, pero debemos matizarlas para no caer en errores graves.

En primer lugar sí, los Ryzen 7000 alcanzan temperaturas mucho más elevadas que los Ryzen 5000. Esto se debe al aumento de frecuencias de trabajo, que ha sido enorme, y a la mayor densidad de transistores en un CCD que es mucho más pequeño, lo que hace que se concentre una mayor cantidad de calor en el encapsulado. Sin embargo, las temperaturas de trabajo solo alcanzan valores realmente altos cuando el procesador trabaja al 100% de carga, una situación poco realista en la mayoría de los casos que representa «el peor escenario posible».

Por otro lado, el consumo también se ha incrementado, pero no llega a niveles que no hayamos visto antes en otros procesadores, y no son valores preocupantes ni siquiera en el caso de los modelos más avanzados. Vamos con más ejemplos, en mis pruebas el Ryzen 5 7600X apenas alcanzó los 106 vatios a plena carga, y el Ryzen 9 7900X se mantuvo por debajo de los 170 vatios. Son valores buenos teniendo en cuenta el rendimiento que ofrecen.

La diferencia en términos de consumo entre los Ryzen 5000 y los Ryzen 7000 de stock no es tan grande, y por tanto no tendremos que cambiar la fuente de alimentación salvo en casos extremos. Por lo que respecta al sistema de refrigeración, no tendremos problemas para mantener bajo control un Ryzen 5 7600X o un Ryzen 7 7700X por aire, siempre que utilicemos un ventilador de calidad. En el caso de los Ryzen 9 7900X y Ryzen 9 7950X es totalmente recomendable contar con una refrigeración líquida AIO de 240 mm como mínimo.

Notas finales: ¿Cuánto puede costarme montar un Ryzen 7000?

La inversión ahora mismo sería grande incluso aunque optemos por la configuración más ajustada posible, porque las placas base B650 todavía no están disponibles. Lo más asequible que podríamos montar sería una GIGABYTE AORUS ELITE AX, que tiene un precio de 380,47 euros, un Ryzen 5 7600X, que cuesta 360,99 euros, y un kit de DDR5 G.SKILL Trident Z5 Neo de 32 GB a 6 GHz CL30, que ronda los 300 euros, aproximadamente. El coste total de esta configuración sería de 1.041,46 euros.

Sí, ya sé que es un precio alto, y subiría aún más si tuviéramos que añadir un sistema de refrigeración porque no tenemos no compatible (los modelos para AM4 funcionan sin problema con AM5). Con esos 1.041,46 euros podríamos montar un PC completo bastante competente partiendo de una configuración con memoria DDR4 y un procesador con menor IPC.

La experiencia de uso con ese equipo sería buena, de eso no hay ninguna duda, pero obviamente el rendimiento y la vida útil no estarían a la altura del modelo configurado con un Ryzen 7000 y DDR5. He querido valorar ambos extremos para que seáis plenamente conscientes de las opciones que tenéis, y de las principales ventajas y desventajas de cada una de ellas, sin tener que entrar en complicadas explicaciones.

A título personal os dejo una recomendación muy sincera, si tenéis claro que vais a montar un Ryzen 5 7600X o un Ryzen 7 770X porque queréis el PC para jugar, o para jugar y hacer streaming, os recomiendo que esperéis al lanzamiento de las placas base con chipsets B650, ya que estas deberían situarse en la franja de los 200-250 euros, y os permitirán ahorrar bastante dinero frente a una placa con chipset X670. Si necesitáis más información sobre los nuevos chipsets de AMD echad un vistazo a este artículo.

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