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Review WD_Black SN770M, veloz como un rayo

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Review WD_Black SN770M, veloz como un rayo

Un error común, al hablar de almacenamiento SSD, es meter en el mismo saco memorias como esta WD_Black SN770M, con otras de prestaciones muy dispares, e incluso de las que se conectan al PC mediante una interfaz SATA (Serial ATA). En MuyComputer hemos informado en profundidad al respecto, y mantenemos siempre actualizada una completa guía de compras, pero todavía quedan muchas personas, especialmente las que tienen perfiles menos técnicos, para las que SSD ya es sinónimo de un rendimiento de última generación.

Por mi experiencia personal, he podido constatar que esto le ocurre especialmente (aunque no únicamente) a aquellas personas que empleaban discos duros mecánicos en su momento. Tal era, claro, mi caso, y por lo tanto soy una de esas personas que, la primera vez que probaron un “disco duro SSD” (lo entrecomillo porque, en realidad, no es un disco duro, pero esta analogía se sigue empleando a día de hoy), más concretamente una unidad Fusion Drive en un iMac, se quedaron con la boca abierta y se preguntaron cómo había sido posible vivir hasta entonces si algo así. Hablo de un salto tecnológico por el que iniciar el sistema operativo de un ordenador pasó de llevar cerca de un minuto a alrededor de 10 segundos.

Vivir algo así fue apasionante, pero tiene un punto negativo. Al igual que muchos de los que aprendimos a hacer cuentas con pesetas no podemos evitar, de vez en cuando, hacer la conversión de un precio actual y, claro, compararlo con el que ese producto o servicio tenía en pesetas (hace ya más de 20 años, claro), aún mantenemos como referencia de partida el rendimiento de un disco duro IDE, de 5.400 vueltas. No tiene sentido comparar las prestaciones de un coche con las de una calesa, pero eso no significa que todos los coches tengan el mismo rendimiento.

A lo largo de esta review de la WD_Black SN770M aprovecharé para desentrañar algunos conceptos técnicos que algunos lectores conocerán de sobra, pero que pueden suponer una incógnita para otros. Pero, para ir centrando el tiro, no hace falta recurrir a referencias del pasado para valorar el gran rendimiento de esta SSD, pues también destaca positivamente comparada con otras SSD de especificaciones teóricamente similares, pero de rendimiento claramente inferior.

WD_Black SN770M: especificaciones técnicas

WD_Black SN770M 2TB
Capacidad 2 terabytes
Interfaz PCIe Gen 4  X4 (cuatro líneas) 16GT/s. Compatible con PCIe Gen 3
Factor de forma M.2 2230
Tipo de memoria Western Digital  TLC 3D NAND
Velocidad máxima (Lec./Esc.) 5.150 MB/s / 4.850 MB/s
Caché Western Digital nCache 4.0
Compatible con DirectStorage
Ciclo de vida (escritura) 1.200 TBW
Temperatura operacional 0° –  85° centígrados
Dimensiones y peso 22 x 30 x 2,38 milímetros, 2,8 gramos

Aunque seguramente ya lo habrás apreciado en la imagen, el primer punto en el que hay que poner el foco en que estamos hablando de una unidad con un factor de forma M.2 2230. ¿Y qué significa esto? ¿Qué diferencia hay entre una memoria M.2 2230 y una M.2 2280, por ejemplo? M.2 es un estándar que agrupa varios factores de forma, que comparten las propiedades asociadas al tipo de interfaz de conexión que se emplea. Es, con diferencia, el estándar más común cuando hablamos de memorias NVMe (NVM express).

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Así, lo verdaderamente importante a la hora de elegir una memoria M.2 es su factor de forma concreto, y esto viene determinado por los cuadro dígitos que se muestran a continuación, y que nos indican el ancho y el largo de la memoria. Así, cuando hablamos de una M.2 2230, nos estamos refiriendo a una unidad NVMe dentro del estándar M.2 con un ancho de 22 milímetros y un largo de 30 milímetros. Como ya habrás deducido, en el caso de una M.2 2280 el ancho es el mismo y la longitud es de 80 milímetros. Y, aunque no son tan comunes, también puedes encontrar unidades con otros anchos. Estos son los anchos y largos compatibles con el estándar M.2:

  • Anchos: 12, 16, 22, y 30 milímetros.
  • Longitudes: 16, 26, 30, 38, 42, 60, 80, y 110 milímetros.

Así, como indicaba, esta WD_Black SN770M tiene un factor de forma 2230, lo que la convierte en una excelente opción de reemplazo/ampliación de la capacidad de almacenamiento de dispositivos pequeños, entre los que podemos citar las consolas portátiles Steam Deck y ASUS ROG Ally, y también algunos miniPC y equipos portátiles de pequeño tamaño, como algunos modelos de Microsoft Surface entre otros.

NOTA: ¿Puedo montar una unidad M.2 2230 en un dispositivo diseñado para M.2 2280? No es la opción más recomendable, pues en tal caso no podrás emplear el sistema de anclaje de la memoria al dispositivo. No obstante, sí te ves en esa necesidad (o simplemente deseas hacerlo, por experimentar o por cualquier otra razón), puedes encontrar adaptadores, como éste, con los que podrás adaptar una unidad M.2 2230 a un dispositivo diseñado para albergar unidades M.2 2280.

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En lo referido a su interfaz, esta WD_Black SN770M es PCIe Gen 4 X4, pero además también ofrece retrocompatibilidad con PCIe Gen3 x4, PCIe Gen3 x2, PCIe Gen3 x1, PCIe Gen2 x4, PCIe Gen2 x2 y PCIe Gen2 x1, aunque obviamente su rendimiento será inferior al que obtendremos al conectarla a una ranura PCIe Gen 4 con cuatro líneas, que es dónde verdaderamente desarrolla todo su potencial.

Su polivalencia se refuerza, además, gracias a las propiedades inherentes a PCIe Gen 4, más concretamente a las referidas a la relación entre rendimiento y temperatura. Con esto me refiero a que, a diferencia de lo que ocurre con la siguiente evolución de esta especificación, PCIe Gen 5, las unidades Gen 4 no requieren de medios propios de disipación, ya sea activa o pasiva, algo que incrementa el grosor total de la unidad, complicando o incluso impidiendo su instalación en espacios particularmente pequeños.

Otro aspecto importante, y que no mucha gente sabe, es que las memorias de este tipo tienen un ciclo de vida definido en lo referido a operaciones de escritura, que se mide en TBW (TeraBytes Written, terabytes escritos). Este viene determinado por una serie de factores y se aplica para garantizar la integridad y disponibilidad de los datos. Este valor varía por cada modelo y, en el mismo, además de otros elementos influye la capacidad de la unidad. Estos son los de las tres capacidades en las que está disponible esta WD_Black SN770M:

  • 2 terabytes: 1.200 TBW.
  • 1 terabyte: 600 TBW.
  • 512 gigabytes: 300 TBW.

Una vez alcanzado el límite de escritura de la unidad, ya no será posible volver a realizar operaciones de escritura en la misma, pero podremos seguir accediendo a los datos que hemos almacenado en la unidad sin problemas ni limitaciones.

Si hablamos de su rendimiento, este puede escalar hasta los 5.150 MB/s en operaciones de lectura, y hasta los 4.850 MB/s en las de escritura. Aunque profundizaré más en este aspecto más adelante, sin duda estamos hablando de una unidad excepcionalmente rápida, a la altura incluso de los juegos más exigentes, y que nos permitirá sacarle el máximo partido a tecnologías como DirectStorage y NVIDIA RTX IO, ahora que por fin empiezan a aparecer más juegos compatibles con esta tecnología.

Poco más que reseñar en este repaso a las especificaciones técnicas de esta WD_Black SN770M, salvo que sigue llamando la atención su gran capacidad y su excelente rendimiento (algo a lo que sin duda contribuyen tanto la arquitectura TLC 3D NAND como la tecnología Western Digital nCache 4.0), en un componente cuyo peso no llega a los tres gramos. Si nos hubieran contado algo así hace no tanto tiempo, nos habría sonado a ciencia-ficción.

Montaje y configuración

Aprobada la parte teórica, llega el momento de sumergirse en la práctica, que seguro que es la que muchos estabais esperando. Como es sabido, Western Digital pone especial mimo en todos los aspectos relacionados con sus unidades WD_Black, que están especialmente dirigidas al mundo del gaming, pero que en realidad son una excelente opción para cualquier perfil de usuario que requiera de una unidad de almacenamiento destacablemente rápida y fiable. Así, esto es algo que se evidencia nada más ver el empaquetado del dispositivo:

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Además, para los más impacientes, la parte posterior del mismo ya nos muestra, a través de un pequeño recorte, la parte superior de la misma, lo que ya nos permite hacernos una primera impresión de sus reducidas dimensiones (aunque no se muestre el 100% de la unidad).

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Al abrir la caja y extraer su contenido, veremos que la WD_Black SN770M se encuentra protegida por un blister, de fácil apertura, de plástico, y junto al mismo también encontraremos la documentación de la unidad.

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El siguiente paso es, claro, extraer la unidad del blíster, si bien por mantenerla protegida podemos esperar a haber abierto previamente el dispositivo en el que vamos a instalarla. Sea como fuere, y como ya habrás podido terminar de verificar en este punto, su tamaño es realmente minúsculo. Aquí lo puedes comparar con el de una moneda de un euro:

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El montaje físico de la unidad variará, claro, en función del dispositivo de destino de la misma. Así, ahora vamos a ver los pasos fundamentales del proceso, aunque debes tener en cuenta que puede haber pasos adicionales, o variaciones en los que aquí te mostramos, por lo que es fundamental que revises la documentación de tu PC, consola, etcétera, antes de abordar el montaje.

Si vas a sustituir una unidad ya instalada por esta WD_Black SN770M (por ejemplo, si el dispositivo solo cuenta con una ranura PCIe), lógicamente lo primero que tendrás que hacer es localizarla y desmontarla. En caso contrario, si el dispositivo cuenta con más de una ranura o solo una pero no está en uso, lo que debes hacer es localizarla, por ejemplo:

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La memoria solo se puede conectar en una única posición, que viene determinada por la muesca en la zona de los conectores, que verás que coincide con la división en la ranura:

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Así, y como ya habrás deducido, lo que corresponde ahora es introducir, en recto, los conectores de la SSD en la ranura PCIe del dispositivo. Hazlo de manera firme pero sin presionar en exceso, pues debe conectarse con facilidad

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A continuación tendrás que emplear el sistema de sujeción de la unidad al dispositivo. Lo más común es que sea mediante un tornillo, aunque también puedes encontrarte con sistemas mediante clip, prensa y otros. De nuevo sin forzar, pero asegúrate de que la unidad queda bien fijada:

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Con esto, la fase física del montaje de la unidad habrá terminado (salvo indicaciones específicas para tu dispositivo en particular, claro), de modo que ya podrás proceder a cerrarlo y saltar a la configuración de la unidad.

Aunque, por norma general, los dispositivos reconocen automáticamente las nuevas unidades conectadas a los mismos, no está de más que entres a la BIOS para confirmar que así es. La manera de hacerlo varía según tipo de dispositivo, marca, modelo… Si no sabes cómo hacerlo, en este artículo te damos todas las indicaciones para ello.

Realizada esta comprobación, reinicia el sistema y permite que se cargue el sistema operativo del modo habitual, pues todavía tendrás que configurar la unidad en el mismo. En este ejemplo veremos cómo hacerlo en Windows 10. Una vez cargado el sistema operativo, si accedes a la raíz del sistema, verás que la unidad todavía no se muestra como disponible

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No te preocupes, es normal. Para iniciar el proceso de configuración haz click, con el botón derecho del ratón, en el Botón Inicio y, en el menú que aparecerá entonces, pincha en “Administración de discos”. De este modo, en un momento se abrirá esta herramienta de Windows y, como has conectado la WD_Black SN770M, también se activará automáticamente el asistente de instalación de la misma:

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Aquí, aunque quizá esté parcialmente oculta por el mensaje de inicio del asistente, podrás ver que ya se muestra la unidad que acabas de conectar, lo que indica que el sistema operativo la ha reconocido y está a la espera de que la inicialices.

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El asistente de configuración, como ocurre siempre con este tipo de herramientas, te guiará paso a paso por el proceso. Lo primero es inicializar la unidad y, en este punto, tendrás que elegir qué tipo de partición quieres crear, MBR o GPT (no, no tiene nada que ver con el modelo de IA de OpenAI). En estos tiempos, y con dispositivos actuales, la mejor opción es GPT, pero si te encontraras con algún problema de compatibilidad, entonces deberás optar por MBR.

Si ahora no se abre automáticamente la ventana “Asistente para nuevo volumen simple”, haz click con el botón derecho del ratón en la representación gráfica de la unidad en la parte inferior del Administrador de discos y, en el menú que se mostrará, haz click en la entrada “Nuevo volumen simple”.

Lo primero que se te ofrecerá configurar es el tamaño de la partición lógica que estás creando. Si quieres que todo el espacio de almacenamiento de la SSD se concentre en una única unidad lógica, puedes dejar los valores que se muestran por defecto. En caso contrario, si vas a crear más de una partición y a repartir entre las mismas el espacio disponible, ajusta ahora el tamaño de la primera de ellas y, eso sí, ten en cuenta que tendrás que repetir este proceso para cada una.

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A continuación tendrás que escoger qué letra deseas asignar a la partición que estás creando. Obviamente, si va a ser la única lo más normal es elegir C, pero si va a ser una unidad secundaria, puedes elegir la que prefieras / la que se ajuste a tu criterio organizativo a este respecto. Opcionalmente, en vez de ello también puedes montar el volumen para que sea accesible desde una carpeta de un volumen NTFS o, si lo prefieres por alguna razón, no asignarle letra / ruta de acceso.

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Por último, tienes que formatear la partición que estás definiendo. Aquí puedes dejar los ajustes que se muestran por defecto, pues son los más recomendables para la gran mayoría de los casos. No obstante, si tienes alguna necesidad específica al respecto, es el momento de hacer las modificaciones necesarias. Y, eso sí, aprovecha el apartado “Etiqueta de volumen”, para ponerle un nombre a la unidad que te ayude a identificarla más fácilmente. Esto puede resultar menos necesario si hablamos de un sistema con solo una o dos unidades, pero crece en utilidad si configuramos más volúmenes/particiones.

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Completado este último paso, el asistente ya cuenta con toda la información necesaria para llevar a cabo su tarea. No obstante, antes de hacerlo te mostrará un resumen con todos los ajustes que has escogido. Seguro que todo está bien, pero no está de más que dediques unos segundos a darle un vistazo para confirmarlo:

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¿Todo correcto? Fenomenal, en tal caso haz click en “Finalizar” y, si has dejado elegida la entrada “Dar formato rápido” en el paso anterior”, en cuestión de unos pocos segundos, se mostrará un mensaje emergente sobre el systray

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y, de nuevo en el Administrador de discos, verás que el nuevo volumen ya se muestra en el mismo y que, por lo tanto Windows ya está listo para emplearlo con normalidad.

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Aunque todo está ya listo, si quieres puedes confirmarlo. Para ello abre una ventana del Explorador de Archivos de Windows, ve hasta “Mi PC” y, allí, podrás ver ya la unidad configurada y lista para funcionar.

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Rendimiento

Con todo el trabajo de puesta en marcha completado, llega el momento de poner a prueba las prestaciones de la WD_Black SN770M, principalmente su velocidad y fiabilidad. Para tal fin, y dado que hablamos de un componente especialmente dirigido al mundo del gaming, he optado por llevar a cabo una prueba de carga del sistema operativo (Windows 10), un test general de rendimiento y, a continuación, instalar y jugar a cuatro títulos especialmente exigentes, para ver si es capaz de servir su contenido en tiempo y forma para proporcionar una experiencia de juego fluida.

La carga del sistema operativo es un proceso generalmente rápido (aunque, claro, depende del estado del mismo). Ahora bien, incluso dentro de esa rapidez general, nos podemos encontrar con diferencias que, aunque sobre el papel puedan no parecer gran cosa, sí que afectan a la experiencia general de uso. Así, tras realizar una copia de seguridad del contenido de las dos unidades de mi sistema, procedí a hacer una instalación limpia de Windows 10 en cada una de ellas. Dado que hablamos de sistemas operativos limpios, recién instalados, pensaba que no vería diferencias acusables en esta prueba, pero tras varios reinicios con cada una de las unidades, sí que pude valorar una diferencia destacable, con la WD_Black SN770M proporcionándome un tiempo de carga de hasta siete segundos más rápido que la unidad de 512GB y de unos cuatro segundos con respecto a la Kingston de 2TB.

La prueba de carácter general que he llevado a cabo es el test sintético AS SSD Benchmark, que evalúa tanto la velocidad de lectura y escritura en diferentes escenarios, como los tiempos de acceso al medio, otro factor determinante a la hora de evaluar su rendimiento.

Para proporcionar más contexto, he sometido a la misma prueba las dos unidades con las que cuenta mi PC, una Micron de 512 GB que formaba parte de la configuración original del sistema, y una Kingston de 2TB que adquirí por separado para ampliar la capacidad total del sistema. Si quieres más información sobre el equipo en el que he realizado las pruebas la puedes encontrar en esta review.

Como ya esperaba, el rendimiento de la unidad de 2 TB de mi sistema es superior al de la incluida con el portátil. Puedes ver los resultados de la Micron a la izquierda y de la Kingston a la derecha:

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Así, partiendo de esta base, que se puede ajustar al perfil de los sistemas de muchos usuarios, llegó el momento de evaluar el rendimiento de la WD_Black SN770M. Y, como puedes comprobar en los resultados, que se muestran bajo este párrafo, la diferencia es más que sustancial:

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Como puedes comprobar, la unidad de Western Digital se sitúa por encima (en algunos casos con gran diferencia) de las otras dos en casi todas las operaciones, tanto de lectura y escritura. Ahora bien, si las diferencias en este punto son bastante evidentes, sin duda donde vemos la mayor diferencia, es en los tiempos de acceso al medio, de tan solo 0,017 milisegundos, frente al rango comprendido entre los 0,108 y 0,036 milisegundos en los diferentes tipos de acceso (lectura y escritura) de ambas unidades.

Como decía antes, la velocidad de lectura juega un papel clave en el rendimiento general que proporcionará el sistema a la hora de jugar. Sin embargo, esto queda lastrado si una unidad es rápida en este sentido, pero no tanto en los tiempos de acceso. Así, en este caso podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que esta WD_Black SN770M nos proporcionará una experiencia de primer nivel a la hora de jugar.

Así pues, ya solo quedaba hacer una selección de juegos, instalarlos y, tras realizar los ajustes de configuración oportunos, para que no sean otros los componentes que puedan lastrar el rendimiento del sistema en el juego, comprobar qué tal responde esta unidad en escenarios exigentes.

  • Ratchet & Clank: Rift Apart: cuando Sony anunció el lanzamiento de este título para PC, la compañía puso el foco en que era imprescindible contar con una unidad SSD. Finalmente comprobamos que esto no era totalmente cierto, pero también es innegable que su rendimiento es sustancialmente mejor si contamos con una unidad de este tipo, algo que crece exponencialmente gracias a su compatibilidad tanto con DirectStorage como con NVIDIA RTX IO.
  • Forspoken: aunque no hablamos de uno de los juegos más destacables del año (de hecho se encuentra entre los más “olvidables”, sí que merecía la pena traerlo a este análisis, ya que junto con el anterior fue el protagonista de la largamente esperada llegada de DirectStorage a Windows.
  • Microsoft Flight Simulator 2020: el mapa del simulador de vuelo de Microsoft es, sencillamente, espectacular, pero también excepcionalmente exigente en lo referido a uso de las unidades de almacenamiento. Es cierto que Asobo ha logrado optimizarlo bastante frente a su estado original, cuando fue lanzado, pero incluso con la mejor de las optimizaciones, si queremos disfrutar de una vistas realmente detalladas el nivel de exigencia será enorme.
  • Cyberpunk 2077: ¿qué decir del título de CD Projekt Red? De un lanzamiento bastante lamentable a convertirse en un ejemplo de excelencia técnica, uno de los arcos de redención más interesantes (quizá junto con No Man’s Sky) que hemos vivido en el mundo del videojuego estos últimos años. Un juego tremendamente disfrutable en la actualidad, pero que pone a prueba hasta el último de los componentes del sistema.

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En todos los casos, en todos, he observado una más que significativa mejora en el rendimiento global del sistema y, por lo tanto, en la experiencia de juego. Obviamente, claro, no estoy hablando de un salto superlativo, pues a partir de cierto punto son otros los componentes que pueden establecer el techo, pero en varias sesiones de juego, alternando el uso de una y otra unidad, si que pude identificar no solo una experiencia de juego más fluida, sino también aquellos puntos en los que mis unidades habituales estaban estableciendo el techo. De este modo, con la WD_Black SN770M me resultó posible realizar ajustes, al alza, en algunos parámetros de configuración y, por lo tanto, disfrutar de los cuatro juegos con mayor calidad.

Conclusiones

Las referencias previas, tanto propias como de terceros, ya me hacían contar con que esta WD_Black SN770M me iba a dejar con buen sabor de boca pero, incluso así, el resultado final ha sido todavía mejor de lo que esperaba. Ya sea en el proceso inicial de carga del sistema operativo, con operaciones de movimiento de archivos y, desde luego, a la hora de jugar, su velocidad marca una más que apreciable diferencia, tanto en la velocidad de respuesta del sistema como, en el caso de los juegos, también de la calidad con la que podremos disfrutarlos.

Existe, como indicaba al principio de esta review, una importante cantidad de usuarios que no valoran adecuadamente las distintas opciones dentro del mercado de las SSD, pero al realizar pruebas como ésta, queda cristalinamente claro que, al igual que el genérico “coche” puede albergar tanto modestos utilitarios como deportivos extremos, la amplia oferta de unidades NVMe PCIe Gen 4 también comprende un espectro bastante amplio. Un espectro en el que esta WD_Black SN770M se sitúa, sin duda alguna, en la parte alta de la tabla, como una opción más que recomendable para aquellos usuarios que necesiten una unidad M.2 2230.

La SSD WD_Black SN770M de dos terabytes está a la venta en la página web de Western Digital, y su precio es de 237,99 euros.

Notas finales
9.1 NOTA
NOS GUSTA
Velocidad de lectura y escritura
Tiempo de acceso muy bajo
A MEJORAR
Nada que destacar
RESUMEN
El efecto de emplear una SSD rápida y fiable, como esta WD_Black SN770M se deja notar, en ocasiones de manera muy acusada, en todo tipo de usos y dispositivos compatibles. Así, si necesitas una unidad M.2 2230, esta es una de las mejores opciones del mercado.
Características9
Rendimiento9.5
Instalación9
Precio / Gigabyte8.5
Garantía y soporte9.5

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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