La eSRAM de Xbox One mejora su rendimiento

La memoria ultrarrápida eSRAM de Xbox One permitía romper la barrera del bajo ancho de banda que ofrece la memoria RAM tipo DDR3 que utilizó Microsoft en su consola de nueva generación, alcanzando picos que superaban los 200 GB/s, aunque complicaba bastante las labores de programación y desarrollo.

Por suerte para los usuarios de Xbox One las [pajarito]optimizaciones de software[/pajarito] en sentido amplio, tanto en juegos como en kits de desarrollo, pueden hacer auténticas maravillas, algo que ya hemos podido ver en las consolas de la pasada generación, donde han aterrizado juegos impresionantes con una calidad digna de admiración.

El caso es que según Maciej Binkowski, jefe de diseño de Dying Light, la última actualización de Microsoft sobre el SDK de Xbox One ha mejorado considerablemente el rendimiento de la memoria eSRAM de la consola, gracias sobre todo a la herramienta PIX (Performance Investigator for Xbox) que actúa como depurador de código.

Junto a esto parece que Dying Light ha contado con un fuerte apoyo por parte de del equipo de Xbox, algo que ya ocurrió por ejemplo en otros juegos como Destiny y GTA V, lo que permitió un aprovechamiento magnífico de los recursos de la consola que los elevó hasta los 1080p.

Una vez más el buen aprovechamiento del hardware mediante una optimización adecuada ha permitido que Dying Light corra en resolución 1080p y 30 FPS fijos también en su versión para Xbox One.

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