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AMD Radeon RX 6000: tres claves que explican cómo han mejorado tanto en rendimiento

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Radeon RX 6000

Las nuevas tarjetas gráficas Radeon RX 6000 de AMD han marcado un importante paso adelante para la compañía de Sunnyvale. El pasado 30 de julio, cuando la información que teníamos sobre esta generación gráfica todavía era muy escasa, compartimos con vosotros un artículo especial dedicado a repasar las cinco claves más importantes de la arquitectura RDNA 2, y como podéis ver todas esas claves se han cumplido.

Con las Radeon RX 6000, AMD vuelve a competir en lo más alto del sector gráfico, algo que, como he dicho en muchas ocasiones, es bueno para todos, y lo mejor es que ha mantenido su promesa de fijar unos precios muy competitivos. Tienen muy buena pinta, aunque como he dicho en otras ocasiones, quiero esperar a ver pruebas de rendimiento y de consumo independientes.

Si tenéis pensado actualizar vuestra tarjeta gráfica os recomiendo, ahora mismo, que esperéis a que se produzca el lanzamiento general de toda la serie Radeon RX 6000, y que comparéis cuidadosamente el rendimiento y el precio de cada modelo antes de decidiros a comprar. Esa es la única manera de aseguraros de que estáis haciendo una buena compra. Si os parece mucho trabajo y os da pereza tranquilos, tenemos previsto publicar un artículo especial con esa información que os facilitará mucho las cosas.

Volviendo a las Radeon RX 6000, no hay duda de que AMD nos ha sorprendido con un rendimiento que ha quedado claramente por encima de nuestras expectativas, ¿pero cómo ha sido posible? Sé que muchos de nuestros lectores todavía se hacen esa pregunta, y que no tienen claro cómo ha podido mejorar tanto el rendimiento de esta generación gráfica frente a la anterior. No os preocupéis, os lo vamos a explicar en tres sencillas claves.

Radeon RX 6000

Radeon RX 6000 y RDNA 2: la importancia de doblar los motores de geometría

Ha sido una de las posibles mejoras en las que más hincapié hemos hecho durante los últimos meses. El pasado mes de enero, cuando hablamos de Big Navi y os dejamos sus especificaciones, hablamos de un total de 5.120 shaders, 320 unidades de textura y 128 unidades de rasterizado, un salto enorme frente a los 2.560 shaders, 160 unidades de textura y 64 unidades de rasterizado de la Radeon RX 5700 XT.

Al final esas especificaciones se han confirmado, ya que encajan con la Radeon RX 6900 XT, anteriormente conocida como Big Navi. Bien, AMD ha doblado los motores de geometría, pasado de 64 unidades de rasterizado a 128 unidades de rasterizado. Es, probablemente, una de las novedades más importantes que representa la arquitectura RDNA 2, ya que significa que AMD ha conseguido, por fin, superar la limitación de 64 unidades de rasterizado impuesta por la arquitectura GCN, y que estuvo acusando durante los últimos 8 años.

En las Radeon RX 6000 se doblan los motores de geometría, y también se elevan significativamente las unidades de sombreado. La Radeon VII contaba con 3.840 shaders, y la Radeon RX Vega 64 ya sumaba 4.096 shaders, así que no estamos ante un salto tan grande como el que hemos visto en las unidades de rasterizado, pero obviamente también contribuye a mejorar el rendimiento bruto.

Radeon RX 6000 y RDNA 2: la cache infinita y el ancho de banda

Esta ha sido una de las mejoras más inesperadas. Las primeras filtraciones y rumores que vimos sobre las Radeon RX 6000 de AMD apuntaban en una dirección clara, la compañía podría utilizar buses de 384 bits o de 512 bits en sus configuraciones gráficas tope de gama para incrementar el ancho de banda.

Cuando NVIDIA presentó las RTX serie 30 y descubrimos que la memoria GDDR6X iba a ser exclusiva de dicha generación gráfica, las informaciones que apuntaban al uso de buses de 384 y 512 bits en las Radeon RX 6000 adquirió más sentido que nunca, ya que era una manera de compensar la diferencia de frecuencia que dicha memoria presentaba frente a la GDDR6 que iba a utilizar AMD, pero al final la compañía de Sunnyvale optó por implementar lo que conocemos como caché infinita.

La caché infinita no es un concepto nuevo. Como os dije en su momento, este tipo de memoria se ha utilizado en Xbox One, una consola que cuenta con 32 MB de eSRAM que trabaja de la misma forma que la caché infinita, y que tiene como objetivo impulsar el ancho de banda trabajando con determinadas tareas gráficas.

En el caso de las Radeon RX 6000, tenemos un total de 128 MB de caché infinita que se dedica a trabajar con tareas que no se almacenan en la memoria durante tiempos prolongados, es decir, con aquellas que están en un movimiento constante. Piensa, por ejemplo, en la escena de un juego donde tenemos un paisaje que se mantiene relativamente estático, y efectos de luces y sombras que cambian con una mayor frecuencia. Pues bien, los segundos serían uno de los objetivos principales de esa caché infinita.

Radeon RX 6000 y RDNA 2: rompiendo la barrera de los 2 GHz

Ha sido otra de las novedades más importantes en lo que respecta al aumento de rendimiento y de potencia en bruto. AMD ha rediseñado la arquitectura RDNA 2 y ha introducido optimizaciones que le han permitido afinar al máximo las frecuencias de trabajo, un elemento clave a la hora de determinar el rendimiento de cualquier GPU.

Las últimas arquitecturas de AMD han demostrado que escalan realmente bien con cada MHz. RDNA no fue una excepción, y todo parece indicar que RDNA 2 tampoco lo será. Para que nos hagamos una idea de lo que ha supuesto esta nueva arquitectura en términos de frecuencia de trabajo nos basta una sencilla comparativa: la Radeon RX 5700 XT funciona a 1.605 MHz en modo normal y 1.755 MHz en modo turbo, mientras que la Radeon RX 6900 XT alcanza los 2.015 MHz en modo base y los 2.250 MHz en modo turbo.

Apurar al máximo las frecuencias de trabajo ha sido la guinda al pastel de las nuevas Radeon RX 6000 para conseguir ese último impulso que les ha permitido llegar a un nivel de rendimiento inesperado y totalmente sorprendente. Será interesante ver si dichas frecuencias de trabajo con el «techo técnico» de la arquitectura, es decir, si AMD ha apurado al máximo, o si por contra ha dejado un cierto margen que permitirá a los ensambladores lanzar modelos personalizados de las Radeon RX 6000 con un cierto margen de overclock.

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