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Windows 11 a través del hardware: qué nivel es el recomendado y dónde está el límite

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Con el lanzamiento de Windows 11 se confirmó un aumento importante de los requisitos mínimos frente a Windows 10, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo. No solo necesitamos más cantidad de memoria RAM y el doble de núcleos a nivel CPU, sino que además este sistema operativo solo es compatible con determinados procesadores y requiere, sí o sí, una GPU compatible con DirectX 12.

La verdad es que Windows 10 es un sistema operativo muy asequible a nivel de requisitos mínimos, y esto hace que funcione muy bien incluso en PCs y portátiles que superan dichos requisitos por muy poco. Con Windows 11 no ocurre lo mismo, y de hecho debemos tener cuidado, porque a simple vista sus requisitos pueden hacer que parezca más asequible de lo que realmente es.

Windows 11

Sé que este tema todavía sigue generando muchas dudas, de hecho en los últimos meses me he venido encontrando con casos de personas conocidas que me han dicho que no están contentas con haber actualizado a Windows 11 porque el rendimiento no ha cumplido con sus expectativas, y eso que creían que su equipo iba a ir «sobrado» con dicho sistema operativo.

Estos casos son cada vez más frecuentes porque Microsoft ha acelerado el despliegue de la actualización gratuita de Windows 11, y esto está haciendo que más usuarios reciban el polémico aviso de que su PC está preparado para saltar a dicho sistema operativo. Polémico no solo por lo intrusivo que resulta, sino también porque en realidad, muchos de los PCs que muestran dicho aviso no van a ser capaces de ofrecer una experiencia realmente buena.

¿Por qué consume Windows 11 más recursos que Windows 10?

Este sistema operativo consume más memoria RAM que Windows 10 porque incluye nuevas características y funciones, y estas deben almacenarse en la RAM para que el sistema operativo pueda funcionar correctamente. Podría poneros muchos ejemplos, pero una de las más interesantes y mejor valoradas es la pestaña de Widgets, que se actualiza constantemente en segundo plano.

Es imposible negar que Windows 11 consume más recursos que Windows 10, pero también los gestiona de una manera inteligente, ya que se adapta a las características de cada equipo. Así, por ejemplo, si tenemos un PC limitado a 4 GB de RAM el sistema operativo intentará reducir la cantidad de memoria consumida por ciertas aplicaciones, de esta manera tendremos un pequeño margen para ejecutar otras aplicaciones.

Podemos reducir el consumo de memoria RAM de Windows 11 realizando determinadas acciones, como por ejemplo reducir la cantidad de programas que cargan de inicio, cerrando procesos en segundo plano y deshabilitando funciones y características que no vayamos a necesitar. Todo esto puede ayudarnos a mejorar el rendimiento de Windows 11 sin gastar dinero, pero debéis tener en cuenta que, al final, si solo tenemos 4 GB de RAM no podremos esperar ningún milagro.

¿Debo actualizar a Windows 11?

Esa es la eterna pregunta que muchos usuarios de PC llevan años haciéndose, y no quiero que acabéis tomando la decisión equivocada. Por eso he decidido hacer esta guía en la que voy a compartir con vosotros un análisis profundo de Windows 11 a través del hardware.

No me voy a limitar a partir de la base de sus requisitos mínimos, sino que introduciré una revisión más completa, interesante y fiable basada en mi propia experiencia de uso tras probarlo en diferentes configuraciones, incluyendo desde un portátil con un Core i7-11370H (cuatro núcleos y ocho hilos) con 16 GB de RAM a un potente PC con un Core i9-13900K (24 núcleos y 32 hilos) y 32 GB de RAM.

Ten cuenta que, más allá del tema del hardware, Windows 11 también introduce cambios importantes a nivel de diseño y de interfaz de usuario, y que obviamente esta es una cuestión que influye a la hora de decidir si actualizar o no a dicho sistema operativo.

Ya conocéis mi opinión sobre este tema, puesto que la he expresado en ocasiones anteriores, y la verdad es que prefiero la interfaz de Windows 10, me siento más cómodo y más productivo con él, pero al final este es un tema un tanto subjetivo, y puede que a vosotros sí que os guste más la interfaz de Windows 11.

¿Es posible utilizar Windows 11 con los requisitos mínimos?

La respuesta es un no rotundo. Windows 11 funcionará en un PC con 4 GB de RAM que cumpla los requisitos mínimos, pero el rendimiento no será nada bueno y la experiencia de uso será muy limitada, porque desde el momento en el que arranquemos el equipo veremos que ya tenemos casi toda la memoria RAM ocupada.

De media, al llegar al escritorio veremos que ya están ocupados entre 3,4 GB y 3,8 GB de memoria RAM, lo que significa que no tendremos apenas margen de maniobra para ejecutar aplicaciones tan básicas como el navegador web o programas de ofimática, y que sufriremos tirones, parones y tiempos de carga muy pronunciados.

Obvia decir que con 4 GB de memoria RAM podemos olvidarnos de la multitarea, y que aunque contemos con un procesador que supere ampliamente los requisitos mínimos el equipo se verá fuertemente lastrado por la falta de memoria RAM. Si tienes un PC con esta configuración lo mejor que puedes hacer es olvidarte de Windows 11 y seguir con Windows 10.

¿Dónde está el límite del que no debería bajar para instalar Windows 11?

Es muy fácil establecer este límite. En sentido estricto, el límite del que nunca deberíamos bajar si queremos actualizar a Windows 11 y disfrutar de una experiencia aceptable quedaría fijado en un PC que cumpla con los siguientes componentes:

  • Procesador Intel Core i3-8100 (Coffee Lake) o Ryzen 3 2300X (Zen+), ambos de cuatro núcleos y cuatro hilos.
  • 8 GB de memoria RAM DDR4 en doble canal.
  • Unidad de almacenamiento SSD de al menos 128 GB.
  • GPU compatible con DirectX 12.

Un equipo con estas características superaría con creces los requisitos mínimos de Windows 11, que están fijados en una CPU de doble núcleo, 4 GB de RAM y 64 GB de capacidad de almacenamiento. Con esa configuración tendríamos bastante margen y la experiencia sí que sería aceptable, tanto en multitarea como ejecutando aplicaciones que necesiten de una cantidad considerable de memoria para funcionar con fluidez.

La CPU también ofrecerá un rendimiento bueno en tareas básicas y en aplicaciones que no sean demasiado exigentes. El SSD reducirá en gran medida los tiempos de inicio y de apagado, y será clave para que tengamos una mayor fluidez abriendo carpetas, archivos y documentos, y también al ejecutar aplicaciones. Esos 128 GB de capacidad nos darán un margen aceptable para no quedarnos sin espacio casi al instante.

Windows 11 puede funcionar de forma aceptable en un PC con 8 GB de memoria RAM, de hecho este es el límite del que nunca deberíamos bajar, pero es importante que tengáis claro que la experiencia con esa configuración no será óptima, y que un equipo con 8 GB de memoria RAM funcionará mucho mejor con Windows 10.

¿Cuál sería la configuración mínima recomendada para una experiencia óptima con Windows 11?

Windows 11 hardware óptimo

Ya hemos visto el nivel mínimo, que viene fijado por los requisitos oficiales de Microsoft, y sabemos que con este no podremos disfrutar de una experiencia mínimamente aceptable con Windows 11. También sabemos que para llegar a ese mínimo tendremos que contar, como mínimo, con una CPU de cuatro núcleos compatible, 8 GB de RAM y un SSD de 128 GB.

Teniendo todo eso claro es muy fácil intuir por dónde se moverá la configuración mínima recomendada para disfrutar de una experiencia óptima con Windows 11. Es evidente que esta podría cambiar en función del uso que vayamos a darle al equipo, pero en esta guía vamos a partir de un perfil de usuario medio, es decir, de aquél que quiere trabajar con multitarea de forma fluida, disfrutar de sus contenidos multimedia y utilizar aplicaciones relativamente exigentes sin problemas.

  • Procesador Intel Core i3-10100 (Comet Lake-S) o Ryzen 3 3300X (Zen 2) con cuatro núcleos y ocho hilos.
  • 16 GB de memoria RAM DDR4.
  • Unidad de almacenamiento SSD de al menos 256 GB.
  • GPU compatible con DirectX 12.

Como puedes ver, hemos dado un salto importante en la memoria RAM, ya que hemos doblado la cantidad. Sé que te estarás preguntando por qué es tan importante contar con 16 GB de RAM para mover Windows 11 de forma fluida, y la respuesta es muy sencilla, porque solo el sistema operativo ya puede consumir cerca de 4 GB de memoria RAM.

Si a esos 4 GB de memoria RAM añadimos el consumo medio de otras aplicaciones y herramientas básicas que iremos instalando, al final no es raro encontrarnos con situaciones en las que el consumo medio de RAM alcanza los 8 GB de memoria RAM. Contar con 16 GB nos da un margen muy cómodo para trabajar con multitarea y para ejecutar aplicaciones exigentes, y esto se ve reforzado con el buen rendimiento que todavía ofrecen los Intel Core i3-10100 y Ryzen 3 3300X.

El consumo de memoria RAM también puede fluctuar mucho en función de lo que hagamos, del navegador que utilicemos y de la cantidad de pestañas y de procesos que tengamos abiertos, así como de las aplicaciones en segundo plano que estén consumiendo recursos, pero que sean necesarias para nuestro día a día.

Si tenemos, por ejemplo, varias pestañas del navegador Google Chrome abiertas, una instancia de Microsoft Word, aplicaciones de seguridad específicas protegiendo el PC en segundo plano y otras tareas que se vayan realizando en paralelo podríamos superar fácilmente los 10 GB de memoria RAM consumida, lo que significa que ya no podríamos disfrutar de una buena experiencia con un PC que solo tenga 8 GB de RAM.

Por último hay que hablar de la unidad SSD. Esta nos proporcionará las ventajas que ya hemos comentado, y tener 256 GB de capacidad nos dará mucho margen para instalar numerosas aplicaciones, documentos, archivos y fotos. Es cierto que esta capacidad puede quedarse corta para algunos usuarios, pero cuando hablamos de un perfil medio, y dejamos los juegos fuera de la ecuación, una unidad de este calibre ya empieza a cumplir sin problemas.

¿Cómo puedo estar seguro de que Windows 11 irá bien en mi PC?

Actualización a Windows 11

En líneas generales, si tu equipo cumple con la configuración que hemos visto en el límite mínimo la experiencia ya será aceptable y podrías plantearte actualizar a dicho sistema operativo. Si queda por debajo no sería recomendable actualizar, sobre todo si solo cuentas con 4 GB de memoria RAM, ya que al final el sistema operativo se verá muy limitado y la memoria estará siempre llena.

Por ejemplo, un PC con un Core i3-8100 y 4 GB de RAM tendría problemas para mover Windows 11, aunque podrías resolverlo ampliando la RAM a 8 GB o a 16 GB. Este último nivel sería el ideal, como hemos visto en el apartado anterior, y teniendo en cuenta lo barata que está ahora mismo la memoria RAM es algo que podríamos plantearnos sin problema.

No quiero terminar sin recordaros algo importante, y es que aunque los procesadores Core Gen7 y Ryzen de primera generación tienen potencia suficiente para mover Windows 11 de forma fluida no cuentan con soporte oficial, así que si decidís forzar la instalación de dicho sistema operativo en un equipo configurado con dichos componentes podríais acabar teniendo problemas de soporte a medio o largo plazo.

Si por cualquier razón has decidido arriesgarte y has actualizado a Windows 11 siguiendo la oferta de actualización gratuita de Microsoft, pero al final te has dado cuenta de que no rinde como te esperabas porque tu PC no está a la altura no te preocupes, siempre puedes volver a Windows 10 siguiendo los pasos que te contamos en este artículo.

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