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Tres errores y tres aciertos que han cometido NVIDIA y AMD con sus GeForce RTX 20 y Radeon RX 5000

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NVIDIA y AMD han seguido estrategias muy diferentes en el sector de las tarjetas gráficas de consumo general. Ambas compañías se mantienen como las únicas que compiten, de momento, en todos los niveles de dicho sector, una situación que les deja una posición relativamente cómoda, y que está a punto de cambiar con la entrada de Intel.

El gigante del chip lleva varios años trabajando en el desarrollo de una nueva arquitectura que utilizará en su próxima generación de tarjetas gráficas dedicadas, un sector en el que la compañía intentó entrar a finales de los noventa con la Intel740, pero al final no pudo competir con los grandes jugadores de aquella época: NVIDIA y las extintas ATi y 3DFX.

Todavía es pronto para saber si Intel podrá competir de verdad con NVIDIA y AMD, pero desde luego está claro que no lo tiene nada fácil. Ambas compañías cuentan con una base de usuarios fieles y tienen, además, un ecosistema de hardware y de software muy sólido y perfectamente asentado.

El gigante del chip cuenta con la baza de no haber abandonado por completo el sector gráfico, donde ha mantenido una cierta base gracias a sus soluciones integradas, no empieza desde cero, pero obviamente no está al nivel de NVIDIA y AMD, y tiene mucho trabajo por delante.

NVIDIA y AMD: luces y sombras en sus últimos lanzamientos

Como hemos anticipado NVIDIA y AMD han adoptado un enfoque muy distinto con sus últimas generaciones gráficas. Tras el lanzamiento de las Radeon R9 Fury la compañía de Sunnyvale decidió cambiar de aires y optó por reducir su catálogo de soluciones gráficas para centrarse en ofrecer soluciones que dan prioridad al valor precio-prestaciones.

La llegada de Polaris, una arquitectura que dio vida a la serie RX 400, y también a la serie RX 500, supuso un punto de inflexión que AMD ha mantenido hasta el día de hoy con las Radeon RX 5700 y RX 5700 XT.

NVIDIA, por contra, no ha cambiado demasiado su estrategia. La compañía que dirige Jen-Hsun Huang ha seguido cubriendo todos los niveles del mercado con varias tarjetas gráficas distintas, aunque es cierto que con el debut de la serie Super ha puesto en práctica una estrategia nada habitual: lanzar renovaciones intergeneracionales en plazos muy cortos.

Es más interesante y «polémico» de lo que parece, aunque en el fondo no es algo nuevo. Pensad, por un momento, en lo que hizo NVIDIA con las GTX 400 y las GTX 500, o en lo que vimos con las GTX 600 y GTX 700. Todas esas generaciones utilizaron la misma arquitectura y recurrieron, en muchos casos, a los mismos núcleos gráficos. Fue una renovación menor que podría haberse producido sin dar pie a un cambio de nomenclatura, es decir, las GTX 500 y GTX 700 podrían haber llegado al mercado perfectamente como GTX 400 Super y GTX 700 Super.

Con sus últimos movimientos NVIDIA y AMD han acertado en algunas cosas, pero también se han equivocado en otras, y en este artículo queremos compartir con vosotros un análisis profundo con los errores y los aciertos más importantes que nos han dejado las GeForce RTX serie 20 y las Radeon RX 5000.

Tres errores de NVIDIA

NVIDIA ha mantenido, a grandes rasgos, algunos de los errores clásicos que hemos visto en generaciones anteriores, aunque de una manera ligeramente diferente. En este sentido ya os hemos explicado el tema de las GTX 500 y las GTX 700, que podrían haber sido perfectamente versiones Super de las GTX 400 y 600, aunque también tenemos otros asociados al precio y a la falta de un modelo que podría haber jugado un papel importante en el mercado de gama media.

Sin más preámbulos vamos a ver esos errores:

1.-El alto precio de las GeForce RTX 20

La llegada de las GTX serie 10 permitió una transición relativamente sencilla desde las GTX 900 gracias a su buen rendimiento y al excelente valor precio-prestaciones que ofrecían la mayoría de los modelos comparados con la generación anterior. Por ejemplo, la GTX 1070 igualaba o superaba ligeramente, según el juego en concreto, el rendimiento de una GTX 980 Ti, y lo lograba con un consumo mucho menor y un precio de salida más razonable.

Sin embargo, las GeForce RTX serie 20 llegaron al mercado marcando una diferencia menor en términos de potencia bruta y de eficiencia y tuvieron, a pesar de todo, un precio mayor. Por ejemplo, la GTX 1070 llegó al mercado español con un precio aproximado de 450 euros y rendía, como dijimos, al nivel de la GTX 980 Ti. Sin embargo, la RTX 2070 llegó al mercado con un coste de unos 530 euros y no superaba a la GTX 1080 Ti, de hecho quedaba en algunas ocasiones más cerca de la GTX 1080 que de aquella.

Este sencillo ejemplo ilustra la pobre relación precio-prestaciones que tuvieron las RTX serie 20 en su lanzamiento, y nos permite entender que sus ventas no hayan cumplido con las expectativas de NVIDIA. Por suerte la llegada de las RX 5000 de AMD supuso  la entrada de competencia en la gama media y gama alta, y gracias a ello los precios han bajado a niveles más razonables

2.-La llegada de las GeForce RTX 20 Super

Fue una consecuencia directa de la llegada de las Radeon RX 5700 y RX 5700 XT de AMD, dos tarjetas gráficas que superan en rendimiento a las RTX 2060 y RTX 2070. Para mantener una buena posición en el mercado NVIDIA decidió que la mejor manera de responder a esas dos tarjetas gráficas no era limitarse a bajar precios, sino lanzar una revisión de casi toda su serie RTX 20.

El resultado fueron las GeForce RTX 20 Super. NVIDIA ha llevado a cabo una renovación tan marcada que podría haberla integrado perfectamente en una nueva generación, pero no lo ha hecho, quizá por no enfadar a los usuarios que compraron hace poco una de sus tarjetas gráficas.

Con la llegada de la serie Super la confusión aumentó considerablemente, y es normal, ya que algunos modelos llegan a ser redundantes y/o canibalizan a otros que tienen un precio superior y solo rinden un poco más, como la RTX 2060 Super y la RTX 2070. Al final la sensación que tenemos tanto los medios como muchos usuarios es que las RTX serie 20 Super debieron ser los modelos de lanzamiento, es decir, que NVIDIA debió limitar su nueva generación basada en Turing a dichas tarjetas gráficas desde el principio.

3.-No lanzar una GeForce RTX 2050

Sin duda uno de los fallos más importantes de todos los que ha cometido NVIDIA. Se habló mucho sobre la posibilidad del lanzamiento de una GeForce RTX 2050, de hecho en más de una ocasión vimos informaciones con valor casi oficial que apuntaban hacia ella, pero al final esta no llegó al mercado.

NVIDIA y AMD son conscientes de la importancia que tiene el mercado de gama media de menos de 200 euros, una franja en la que debía encajar esa RTX 2050, pero al final NVIDIA salió del paso con las GTX 16, una serie que al principio no terminó de encajar, pero que poco a poco, y gracias a las bajadas de precio que ha ido recibiendo, ha mejorado de forma notable su valor.

Lanzar una GeForce RTX 2050 habría sido muy positivo para NVIDIA. Una tarjeta gráfica de este tipo, con un rendimiento a medio camino entre la GTX 1060 de 6 GB y la GTX 1070 pero compatible con trazado de rayos y DLSS por menos de 200 euros habría roto el mercado. Una lástima que NVIDIA no supiera verlo.

Tres aciertos de NVIDIA

Pero no todo son errores, NVIDIA también ha hecho algunas cosas bien con su nueva generación gráfica, y esto son, a mi juicio, los tres aciertos más importantes:

1.-Impulsar el trazado de rayos

El trazado de rayos fue recibido con cierto escepticismo, y tras ver lo exigente que resulta en términos de rendimiento podemos entenderlo perfectamente. La primera oleada de juegos compatibles con dicha tecnología ha estado muy limitada, pero títulos como Quake 2 RTX han mostrado que desde luego está llamada a convertirse en la próxima revolución dentro del gaming en PC, y también en las consolas de nueva generación.

Tanto PS5 como Xbox Series X contarán con hardware dedicado a acelerar trazado de rayos, lo que significa que NVIDIA y AMD apostarán por potenciar la adopción de dicha tecnología, y que la compañía que dirige Jen-Hsun Huang acertó de pleno al implementarla en las GeForce RTX serie 20.

Sé lo que estáis pensando, que todavía se encuentra en pañales y que falta todavía mucho hasta que sea posible «domar» el trazado de rayos. Es cierto, pero ya sabéis como es esto, hay que empezar la casa por los cimientos, y ello implica arriesgar en la primera etapa, superar sus limitaciones y seguir avanzando.

Personalmente debo decir que estoy contento tras probar estas primeras integraciones del trazado de rayos. Hace poco compré una RTX 2080 Super y los resultados que ofrece dicha tecnología en juegos como Quake 2 RTX y Metro Exodus me han encantado.

2.-Reducir el precio de las GeForce RTX serie 20 para hacerlas más competitivas

En este sentido la guerra que libran NVIDIA y AMD ha sido fundamental, es decir, los de verde no han bajado precios porque sí, ha sido gracias al empuje de las Radeon RX 5700 y RX 5700 XT, pero debemos reconocer en cualquier caso lo acertada que ha sido la decisión de NVIDIA de centrar las bajadas de precio alrededor de sus RTX 20 más atractivas.

Por ejemplo, las RTX 2060 llegaron a caer por debajo de los 300 euros, y las RTX 2060 Super y RTX 2070 Super han estado disponibles por menos de 370 euros y menos de 460 euros, respectivamente, y podríamos ver una nueva bajada de precio a corto o medio plazo si se confirma el lanzamiento de una renovación de la serie Radeon RX 5000.

El precio es fundamental para los usuarios a la hora de decidirse a renovar su tarjeta gráfica, una realidad que NVIDIA y AMD han tratado de forma diferente. La primera se ha centrado más en esperarse a verlas venir y a reducir los  precios solo cuando la segunda tenga algo verdaderamente competitivo. Por eso es tan importante la competencia.

3.-Crear valor con la inteligencia artificial aplicada a juegos

Ha sido, a mi juicio, uno de los avances más interesantes y más importantes, aunque su primera etapa ha sido complicada. Hablo de la integración de la tecnología DLSS, un sistema de reescalado basado en inteligencia artificial que reduce el consumo de recursos con una pérdida de calidad de imagen mínima.

Sobre el papel esta idea suena bien, pero en la práctica su implementación no ha sido del todo buena salvo en dos casos concretos: Wolfenstein: Youngblood y Anthem. En otros títulos, como Battlefield V y Metro Exodus, la aplicación del DLSS generaba una pérdida de nitidez tan marcada que podíamos ver un acabado borroso incluso en planos cortos.

La ganancia de rendimiento no compensaba el enorme sacrificio en términos de calidad de imagen. En otros casos como Wolfenstein: Youngblood la mejora de rendimiento es tan grande que compensa el bocado que produce el trazado de rayos, y la pérdida de calidad de imagen es mínima.

Tres errores de AMD

NVIDIA y AMD han hecho cosas bien y cosas mal con sus actuales generaciones de tarjetas gráficas. Ya hemos analizado al gigante verde, así que ahora nos toca analizar al gigante rojo. La compañía que dirige Lisa Su ha mantenido una apuesta bastante conservadora y ha seguido la misma estrategia que vimos con la generación anterior.

Seguimos el orden anterior y empezamos viendo los tres errores más importantes de AMD con las RX 5000

1.-Ignorar el mercado tope de gama

Ya hemos dicho que NVIDIA y AMD han jugado sus cartas de manera diferente y que por tanto han adoptado una estrategia distinta. La última tarjeta gráfica tope de gama que lanzó AMD en sentido estricto fue la Radeon R9 Fury X, una solución que competía de verdad con la GTX 980 Ti.

Posteriormente, con la llegada de Polaris y Vega, la compañía no lanzó ninguna tarjeta gráfica tope de gama que pudiera competir de verdad con lo más potente de NVIDIA. Sé lo que estáis pensando, ¿qué pasó con la Radeon VII? Pues que fue una tarjeta gráfica lanzada a destiempo y que no podía competir de verdad con lo más potente que tenía NVIDIA en aquel momento en el mercado, la RTX 2080 Ti.

La competencia entre NVIDIA y AMD es clave para que los usuarios tengamos precios más razonables en el sector gráfico, y el hecho de que AMD no lance al menos un producto tope de gama es muy perjudicial para el consumidor, ya que permite a NVIDIA disparar los precios. Si no te lo crees mira el precio de la RTX 2080 Ti, entre los 1.150 euros y los 1.500 euros, según la versión que busquemos.

2.-Los productos redundantes y con un pobre valor precio-prestaciones

AMD ha hecho muy bien las cosas con las Radeon RX 5700 y RX 5700 XT, pero no ocurre lo mismo con las Radeon RX 5500 XT y RX 5600 XT, dos tarjetas gráficas que ofrecen un valor precio-prestaciones muy pobre y que han llegado al mercado prácticamente muertas.

Las Radeon RX 5500 XT cuestan más que las RX 580 y RX 590 y ofrecen, sin embargo, un rendimiento similar. Por su parte las RX 5600 XT llegaron para competir con las GTX 1660 Super y sí, lograron superarlas, pero tienen un precio tan alto que se pisan con las RTX 2060 y con la propia RX 5700 de AMD.

Es una pena que AMD no haya sabido ordenar y posicionar esas dos nuevas tarjetas gráficas. Algo tan simple como un recorte de precios (50 euros menos en cada una) las colocaría en una posición privilegiada.

3.-Esfuerzos casi nulos en el sector portátil

Es otro mercado en el que NVIDIA y AMD compiten de manera diferente. La primera ostenta un dominio casi absoluto que AMD ha sido incapaz de superar. La compañía de Sunnyvale tiene entre manos una arquitectura más eficiente y más competitiva, pero de momento sus esfuerzos en el sector portátil han sido muy limitados.

No exageramos. Echa un ojo a la cantidad de portátiles con tarjetas gráficas NVIDIA y AMD de nueva generación que puedes encontrar y dinos cuantos modelos has encontrado de cada uno. La primera gana por goleada, ¿verdad? Pues no hay más que hablar.

Esta situación no va a cambiar a corto plazo, es decir, no veremos una mejoría importante en los próximos meses, pero confío en que AMD sepa dar los pasos adecuados con su próxima generación de tarjetas gráficas basadas en la arquitectura RDNA 2.

Tres aciertos de AMD

Ya hemos visto las equivocaciones más importantes de AMD, ahora toca ver los aciertos:

1.-Las Radeon RX 5700 y RX 5700 XT ofrecen un valor excelente

De la misma manera que hemos dicho que las RX 5500 XT y RX 5600 XT han llegado muertas debemos reconocer que las RX 5700 y RX 5700 XT ofrecen un valor excelente para lo que cuestan. Ambas tarjetas gráficas ofrecen un valor tan bueno que son los mejores productos que podemos encontrar en su rango de precios.

Las dos están diseñadas para jugar en resoluciones 1080p con total fluidez manteniendo una tasa de FPS muy alta, lo que las convierte en una buena opción para acompañar con monitores FreeSync que tengan una alta tasa de refresco, y pueden mover juegos actuales en resoluciones 1440p sin despeinarse.

Gracias a ambas tarjetas gráficas NVIDIA tuvo que mover ficha y lanzó, como dijimos, las RTX 20 Super. También vimos una bajada de precios que no habría sido posible sin esas dos tarjetas gráficas de AMD.

2.-Buen soporte a nivel de drivers desde el primer día

Es otro tema que NVIDIA y AMD han llevado de una manera diferente. NVIDIA suele ofrecer un buen soporte a nivel de drivers, pero tiende a abandonar a sus tarjetas gráficas en cuanto lanza una nueva generación. Hemos podido verlo con las RTX serie 20 y las GTX 10, ya que estas últimas ofrecen un rendimiento muy pobre en ciertos juegos, como Red Dead Redemption 2, que es consecuencia directa de una mala optimización y de un mal soporte a nivel de drivers.

AMD, por contra, ha ido puliendo su soporte a nivel de drivers durante los últimos años, y con las RX 5000 ha hecho un trabajo excelente. Dichas tarjetas gráficas ofrecen un rendimiento tan bueno y cuentan con un soporte tan pleno a nivel de drivers que llegan a igualar o incluso a superar en ciertos juegos el rendimiento de tarjetas gráficas de NVIDIA que son, en teoría, superiores.

De nuevo podemos poner como ejemplo Red Dead Redemption 2, un título en el que la Radeon RX 5700 supera de forma notable a la RTX 2070 y queda muy cerca de la RTX 2070 Super.

3.-Ampliación de tecnologías que añaden valor

Por último, aunque no por ello menos importante, tenemos las tecnologías avanzadas con las que AMD ha sabido reforzar el valor que ofrecen sus tarjetas gráficas de nueva generación. Hablamos de FidelityFX, Image Sharpening y Radeon Anti-Lag.

FidelityFX es una solución que trabaja con «Realce por Contraste Adaptativo» (CAS) y reduce el tiempo de procesamiento de forma automática, liberando memoria y para mejorar no solo la calidad de imagen, sino también el rendimiento.

NVIDIA y AMD han apostado por la inteligencia artificial para mejorar la experiencia en juegos, pero lo han hecho de una manera distinta. La compañía de Sunnyvale ha dado forma a Image Sharpening, una tecnología que utiliza un algoritmo adaptativo para ofrecer una imagen más nítida y definida sin que se produzca una pérdida importante en el rendimiento (alrededor de un 2% menos de media).

Finalmente tenemos la tecnología Radeon Anti-Lag, que está preparada para reducir la latencia de entrada cuando la GPU se ve limitada. El sistema Radeon Anti-Lag regula el ritmo de trabajo de la CPU para que no se distancie demasiado del de la GPU, lo que reduce la cantidad de trabajo que acumula la CPU y contribuye a disminuir la latencia de entrada en casi un cuadro completo, mejorando la respuesta en juegos.

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