Sony PlayStation se enfrenta a una demanda por discriminación de género

Primero fue Ubisoft, posteriormente Activision Blizzard y parece que ahora es la división de Sony responsable de PlayStation la que se enfrenta a una situación complicada por, supuestamente, haber permitido comportamientos discriminatorios con la mujeres que integran su plantilla. No hablamos de una cultura tóxica como la de las dos compañías citadas anteriormente, pero sí de al menos un caso en el que una mujer, la actual denunciante, habría visto penalizados tanto su sueldo como sus posibilidades de desarrollo profesional por razón de su sexo.

Según podemos leer en Axios, la demandante es la exempleada Emma Majo, analista de seguridad que entre 2015 y 2021 ha trabajado para PlayStation, si bien sus planes no pasan por ser la única demandante. Muy al contrario, esto podría ser solo el inicio de una demanda colectiva, ya que Majo ha pedido a más mujeres, empleadas y exempleadas, que se sumen al proceso, ya que afirma que la discriminación por género es un problema generalizado en la compañía.

“Sony tolera y cultiva un ambiente de trabajo que discrimina a las empleadas”.

En este caso, a diferencia de los mencionados anteriormente, la discriminación parece centrarse en lo referido a las condiciones profesionales de las mujeres en PlayStation, con múltiples negaciones no justificadas de promoción laboral, así como desigualdad salarial entre hombres y mujeres, con peores salarios para ellas en puestos con similares funciones y responsabilidades que sus compañeros varones.

A la espera tanto de que se produzcan adhesiones a la demanda, como del recorrido judicial de la misma, como mínimo resulta llamativo que la denuncia se produzca  en este momento, solo unos días después de que Jim Ryan, máximo responsable de PlayStation, enviara a todos sus empleados un mensaje criticando todo lo ocurrido en Activision Blizzard. Un mensaje del que se deducía su total desaprobación a lo ocurrido bajo la supervisión de Bobby Kotick.

En dicho mensaje, el directivo de PlayStation afirmaba encontrarse descorazonado y asombrado, además de afirmar que había pedido explicaciones sobre cómo pensaba actuar la compañía al respecto. Unas afirmaciones que tienen todo el sentido, pero que ahora, ante la sombra de que en su propia casa también se estaría discriminando a las mujeres, quedan bastante deslucidas. Ahora habrá que esperar a ver cómo se desarrolla el juicio y que conclusiones se extraen, pues quizá, después de todo, también PlayStation tenga que dar explicaciones y tomar medidas.

Sea como fuere, cada vez resulta más evidente que el sector de los videojuegos tiene un problema, y un problema muy serio, con las mujeres. Sea en casos en los que la discriminación se traduce en peores sueldos y perspectivas laborales, como supuestamente ocurre en PlayStation, o sea con atrocidades como las que hemos podido leer en el caso de Activision Blizzard, cada día resulta más evidente que todo el sector necesita una revisión urgente de sus políticas, y planes concretos para acabar con una situación que no hace más que desvirtuar, cada día más, un sector tan importante como lo es el de los juegos.