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Análisis

Destiny 2: Bastión de Sombras, análisis: una dulce pesadilla

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Bungie lanzó el 1 de octubre Destiny 2: Bastión de Sombras, una expansión que añade una buena dosis de contenido a su juego estrella y que coincide, además, con un cambio importante en la estrategia de la compañía.

Como sabrán muchos de nuestros lectores Bungie mantuvo una importante colaboración con Activision Blizzard que hizo que Destiny 2 estuviera integrado en Battle.net, una situación que cambió, precisamente, el pasado 1 de octubre. A partir de entonces Destiny 2 se desplazó a Steam, un movimiento complejo que se ejecutó con gran acierto, ya que Bungie movió todos los contenidos de los jugadores mediante un simple proceso de vinculación de cuentas.

Llevo jugando a Destiny 2 prácticamente desde que salió, así que tuve que afrontar ese salto a Steam, y la vinculación de cuentas no me llevó más que unos pocos minutos. Cuando el juego estuvo disponible en la plataforma de Valve para precarga procedí a eliminar la instalación vinculada al cliente de Battle.net y descargué aquella. No hubo problema, todos mis guardianes, mi esencia y mis monedas de plata estaban intactas.

Con el lanzamiento de Destiny 2: Bastión de Sombras también se produjo la llegada de Destiny 2: Nueva Luz, una versión gratuita del juego que ofrece una buena dosis de contenidos y que refuerza la apuesta de Bungie por los micropagos y los DLCs como forma de monetización del juego. Como dije llevo jugando a este título desde su lanzamiento, así que he comprado tanto el juego original como los DLCs que ha recibido, unos contenidos que ahora son, en su mayoría, gratis.

Opino, como muchos otros jugadores en mi situación, que Bungie debería ofrecer algún tipo de compensación a los que han comprado todos esos contenidos que hoy son gratis. Sé que es poco  probable, pero sería lo correcto, de hecho otras compañías, como ArenaNet, lo han hecho en las transiciones de contenidos de pago a gratuitos.

Si todavía no has tenido la oportunidad de jugar a Destiny 2 ahora que es gratis no tienes excusa. Te recomiendo que le des una oportunidad, sobre todo si te gustan los juegos de acción en primera persona y tienes poco tiempo para involucrarte en juegos de rol «complejos», ya que incluso con una hora al día puedes conseguir muchas cosas en el título de Bungie.

Me he explayado demasiado, estamos aquí para leer un análisis de Destiny 2: Bastión de Sombras, ¿verdad? Pues poneos cómodos que empezamos y, como siempre, hay muchas cosas que contar.

Destiny 2: Bastión de Sombras, equipo de pruebas y requisitos

Esta expansión mantiene la base técnica de Destiny 2, lo que significa que no se produce un aumento de los requisitos mínimos y recomendados para poder mover el juego. Es una buena noticia para aquellos que llegan justos al nivel mínimo, ya que podrán disfrutarlo sin tener que actualizar.

Antes de entrar a repasar el equipo de pruebas que hemos utilizado os recuerdo los requisitos de Destiny 2, ya que os permitirá haceros una idea del equipo necesario para disfrutar de una experiencia óptima. Os confirmo que cumpliendo los requisitos mínimos es posible jugarlo en condiciones aceptables.

Requisitos mínimos

  • Windows 7 de 64 bits.
  • Core i3 serie 2000 AMD FX 4300.
  • 6 GB de RAM.
  • Tarjeta gráfica GTX 660, GTX 1050 o Radeon HD 7850 con 2 GB de memoria gráfica.
  • 105 GB de espacio libre.

Requisitos recomendados

  • Windows 7 de 64 bits.
  • Core i5 2500 o Ryzen 3 1200.
  • 8 GB de RAM.
  • Tarjeta gráfica GTX 970, GTX 1060 de 3 GB o Radeon R9 390.
  • 105 GB de espacio libre.

He ajustado los requisitos para eliminar errores de equivalencias. Los valores que veis son los más equilibrados y están elaborados sobre la base que dio Bungie en su momento. Si contáis con un Pentium G4560 no os preocupéis, Destiny 2 funcionará sin problemas, ya que se conforma con dos núcleos y cuatro hilos.

El equipo que hemos utilizado para el análisis está formado por los siguientes componentes:

La GTX 980 Ti de este equipo rinde por encima de una GTX 1070 en muchos casos, así que tenemos una configuración que supera de largo los requisitos recomendados. Sin embargo, Bungie sigue sin resolver el molesto error «Broccoli» que se produce debido al overclock de la tarjeta gráfica, así que para evitar cierres espontáneos (y frecuentes) tengo que activar el modo depuración, lo que hace que la tarjeta gráfica funcione a su frecuencia «de referencia», así que pierde rendimiento.

Con ese ajuste la estabilidad del juego es total. En lo que respecta a la configuración gráfica he jugado a Destiny 2: Bastión de Sombras en resolución 1080p (1.920 x 1.080 píxeles) aplicando un supersampling del 150% y con la calidad en máximo, unos valores que me permiten disfrutar de una nitidez excelente y de una calidad de imagen soberbia sin renunciar a 60 FPS fijos.

Historia mediocre, ambientación perfecta

Tenía ganas de echarle el guante a Destiny 2: Bastión de Sombras, de hecho he querido esperar a jugarlo durante unos días para poder ofreceros una visión más completa de todo lo que ofrece esta ampliación y debo decir que tengo sensaciones contrapuestas.

Por un lado no me gusta nada ver que Bungie sigue sacando contenidos y se olvida de resolver errores que llevan entre nosotros desde el lanzamiento de Destiny 2, como el citado «Broccoli» asociado al overclock de la tarjeta gráfica, y por otro lado tampoco me atrae la idea de «reciclar contenidos». Me explico, Destiny 2: Bastión de Sombras es una expansión que trae contenido nuevo, pero a medias, ya que rescata una localización que ya pudimos recorrer en Destiny, la Luna, y trae, además, a personajes y enemigos conocidos.

El argumento central de esta expansión gira en torno a dos grandes pilares: las pesadillas, que vuelven a azotar a Eris Morn, y los Vex, que están asaltando la Luna. Estoy seguro de que muchos conocéis a Eris, sobre todo si jugasteis al primer Destiny. Hablamos de la otrora guardiana que casi pierde la vida en un intento de asesinar a Crota. No murió físicamente, pero en aquella misión fallida perdió a su escuadra, su espectro y su luz. Los efectos de la oscuridad dejaron su cuerpo marcado de forma permanente, pero le permitieron sobrevivir y continuar su lucha contra la colmena.

Eris Morn es la encargada de guiarnos en una cruzada que nos llevará a las entrañas de la Luna y de la fortaleza roja para hacer frente a una nueva amenaza que trae de vuelva a algunos de los enemigos más importantes de Destiny. Los Vex también nos pondrán las cosas difíciles tras su salida masiva del Jardín Negro y sus incursiones en la Luna, una combinación que ofrece una buena dosis de acción y eventos variados, pero que nos deja un argumento flojo.

El argumento no brilla especialmente, pero Bungie ha conseguido una ambientación excelente. Las localizaciones de la Luna y las zonas interiores y subterráneas dominadas por la colmena lucen de maravilla, tienen un aspecto «adulto» que encaja perfectamente con esa idea de sufrimiento, de dolor y de terror que se ha querido asociar a las pesadillas. Buen trabajo en este sentido por  parte de Bungie, de hecho las capturas adjuntas hablan por sí mismas.

Destiny 2: Bastión de Sombras y los cambios en la jugabilidad

Además de la ampliación del modo historia, y de los contenidos que están por llegar con el pase de temporada, esta expansión amplía el máximo de poder de 750 a 960, trae nuevo botín que conseguir, introduce las ejecuciones, una nueva incursión (el Jardín de la Salvación), el pase de temporada de «Lo Imperecedero» y cambia por completo el sistema de armaduras.

En general la ampliación de contenidos que ofrece es aceptable para lo que cuesta, pero mejorable. La campaña es muy corta y se limita a un único mapa, cosa que no ocurría en Los Renegados, donde teníamos acceso a dos nuevos mapas totalmente distintos, tanto por ambientación como por argumento. En este sentido queda claramente por debajo de aquella, aunque lo compensa con una ambientación que, como dije anteriormente, es uno de los mejores aspectos de Destiny 2: Bastión de Sombras.

El nuevo botín no representa cambios importantes que afecten a la jugabilidad, y es comprensible, ya que los contenidos anteriores nos habían dejado ya una gran cantidad de exóticos importantes, de hecho al final siempre acabo con «Fragmentos de Galanor» y «Disparo Solar» salvo que decida entrar a jugador contra jugador.

La subida del techo de poder, que pasa de 750 a 960, tampoco viene acompañada de ningún cambio importante. Hasta los 900 puntos tenemos un recorrido bastante rápido y sencillo, pero la carrera para llegar a 960 se complica. Os recomiendo que disfrutéis del juego sin prisas, que hagáis asaltos y que completéis todos los contratos que podáis y que no mejoréis nada hasta obtener objetos de 900 de poder. Cuando lo consigáis hacéis una primera mejora que os permitirá subir todo a 900 y ya, desde ahí, estáis listos para seguir el camino hasta el tope de poder.

Os recuerdo que mantener en vuestro inventario objetos con un poder más alto que el que tenéis equipado hace que cada vez os caigan objetos con un poder mayor. No necesitáis infundirlos, basta con consérvalos hasta que obtengáis otro superior.

En cuanto al sistema de armaduras debo decir que no me gusta del todo lo que ha hecho Bungie. Ahora podemos personalizar por completo las piezas de armadura, ya que las cuatro características que traían de forma aleatoria son (salvo la principal de los exóticos) configurables a placer. Por ejemplo, antes tenías que buscar un peto con el valor de recarga de cañones de mano, y ahora puedes crearlo tú mismo si tienes el modificador. Esto reduce la importancia del «farmeo» de objetos y deja equipamiento que costó mucho tiempo conseguir «obsoleto», algo que obviamente no es plato de buen gusto, pero hay más.

El sistema de personalización ha venido acompañado de nuevos objetos que son necesarias para llevar a cabo las infusiones y para ampliar la energía que consumen los modificadores de armadura. Sí, cada pieza tiene su tipo de energía (solar, vacío y arco) y se puede mejorar a un máximo de diez espacios. Algunas mejoras ocupan hasta cinco espacios, y para llegar al máximo debemos convertirla en arma maestra, algo que, a diferencia de lo que ocurría anteriormente, acaba siendo ridículamente caro y te obliga a «farmear» para conseguir algo que, a grandes rasgos, «ya tenías».

La introducción del accesorio «Ojo del Celador» facilita la obtención de ayudas y modificadores y resulta interesante, ya que algunos son bastante útiles, aunque el cambio que más me ha gustado ha sido el mayor protagonismo que se ha dado a los contratos a nivel general. Son una excelente forma de subir «PE», y con cada nivel conseguiremos recompensas de temporada que, como vemos en la imagen, son muy «suculentas». Este cambio puede parecer menor, pero da una segunda vida a esas zonas «viejas» que ya tenemos muy recorridas.

Notas finales: una expansión con luces y sombras

Tenía unas expectativas muy altas con Destiny 2: Bastión de Sombras, y al final siento que muchas cosas han quedado en un «quiero y no puedo», en una ejecución mediocre y rápida que podría haberse completado mucho mejor con un poco de calma. No es una crítica destructiva, sigo jugando a este título y no tengo pensado dejar de hacerlo. Me gusta, y ver su lado malo es la única manera de encontrar maneras de mejorarlo.

La ambientación de Destiny 2: Bastión de Sombras es excelente, la calidad gráfica raya a un gran nivel y es fantástica para un juego con unos requisitos tan bajos, pero la historia es pobre y corta, las nuevas localizaciones muy limitadas y la ampliación de contenido que trae apenas justifica, de momento, los 34,99 euros que cuesta.

Algunos de los cambios que se han introducido a nivel jugable me gustan y tienen potencial. El tema de los niveles de temporada y el protagonismo de los contratos, por ejemplo, pero siento que las grandes «estrellas» de esta expansión, las ejecuciones y el nuevo sistema de armaduras, no terminan de encajar y no se han implementado con acierto.

Durante los días que he jugado a Destiny 2: Bastión de Sombras he utilizado las ejecuciones en ocasiones muy contadas, ya que te obligan a exponerte demasiado para matar a enemigos poderosos y no tienen sentido real contra los débiles. Sobre el tema de la armadura 2.0 ya he dado mis impresiones, obliga a volver a farmear para conseguir cosas que ya tenías, elimina la gracia del botín aleatorio y hace que lograr mejoras relativamente normales sea extremadamente caro en términos de recursos.

Si eres un jugador habitual de Destiny 2 no hay duda, Bastión de Sombras es, con sus luces y sus sombras, una compra «obligada». En caso de que seas un recién llegado disfruta primero de los contenidos que tienes pendientes, y espera a ver si el pase de temporada mejora un poco el valor general de esta expansión.

Valoración final
8.1 NOTA
NOS GUSTA
Ambientación
Calidad gráfica
Toque de terror
Niveles de temporada
A MEJORAR
Errores sin resolver
Corto
Ejecuciones forzadas
Armadura 2.0
RESUMEN
Destiny 2: Bastión de Sombras podría haber sido la mejor expansión de Destiny 2 hasta la fecha gracias a su excelente ambientación y a su acabado gráfico, pero peca de corta y trae cambios a nivel jugable innecesarios que han sido metidos con calzador.
Gráficos y sonido9.5
Jugabilidad8
Rendimiento8.5
Duración6.5

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